Coaching organizacional: la escucha, base de la comunicación

Por Tbenedetti

El proceso comunicacional está predispuesto al fallido permanente. Esto se explica por la diversidad de modelos mentales. Si bien en un punto en los equipos de trabajo esto constituye un elemento enriquecedor por los diferentes aportes; también puede constituirse en un gran desencuentro y  por consiguiente en un fracaso comunicacional.

Para evitar que la comunicación naufrague; hay dos elementos que siempre están dispuestos a estar de nuestro lado: la escucha y la indagación.

La escucha atenta del otro permite no invadir la conversación con interpretaciones propias. El otro dice, y hay que escuchar lo que dice, no lo que interpretamos que dice, de acuerdo a nuestras creencias. Para escuchar mejor, hay que preguntar sobre su decir, para constatar de que estamos en el camino correcto acerca de lo que trata de comunicarnos.

Olvidarnos de generar juicios a la hora de conversar, es fundamental. Es el hábito de la escucha la herramienta fundamental para construir relaciones laborales y personales. Tener claro que el otro es un ser con historia, creencias y posiciones distintas (a las nuestras ) en la vida, predispone a escuchar. Por otro lado, la escucha resulta un elemento enriquecedor para el aprendizaje organizacional. Un líder que no escucha acaba desconociendo a quien tiene al lado restándose espontáneamente colaboración del equipo.

El coaching organizacional tiene a la escucha como su ABC; toda su filosofía se basa en ella, dado que escucha y reconocimiento del otro (en su diversidad) son ecuacionables.

Quien escucha; reconoce, y cuando esto sucede el otro experimenta confianza, así las dificultades propias de la comunicación van disolviendose casi sin esfuerzo de ambas partes. Es por esta razón que los procesos de entrenamiento en coaching organizacional toman como eje estas premisas.