Coaching personal: preguntas y respuestas (1)

Por Coach2coach @Esther_Roche

El Coaching personal empieza a ser algo más conocido, no obstante, hay muchas preguntas que mucha gente se hace respecto a cómo funciona. En una serie de artículos intentaré dar respuesta a algunas de esas preguntas. Comenzaré hoy con las más básicas: qué es el Coaching personal, a quién está dirigido el Coaching personal, por qué se contrata un proceso de Coaching personal y cómo es una sesion de Coaching personal.

QUÉ ES EL COACHING
No se puede definir el Coaching de una forma única y absoluta. La definición de la ICF (International Coach Federation) es la siguiente: “El Coaching consiste en una relación profesional continuada que ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresa o negocios de las personas. Mediante el proceso de Coaching, el cliente profundiza en su conocimiento, aumenta su rendimiento y mejora su calidad de vida”.

A QUIÉN VA DIRIGIDO EL COACHING PERSONAL
El Coaching es una dinámica que se dirige a cualquier persona que esté comprometida con su propio desarrollo personal y con el deseo de conseguir sus objetivos. Ese compromiso y toma de responsabilidad por parte de la persona son esenciales en el proceso de Coaching ya que, sin estos dos elementos o actitudes, difícilmente se logrará un aprendizaje y/o cambio reales.

POR QUÉ SE CONTRATA UN PROCESO DE COACHING
Por lo general, una persona contrata un proceso de Coaching porque, tras reflexionar sobre diferentes aspectos de su vida, llega a la conclusión de que desea realizar un giro en su situación actual. Este “giro” no ha de ser necesariamente romper con todo lo anterior, sino que puede ser simplemente un cambio de actitud, un aprendizaje sobre sí mismo, un desarrollo de habilidades que ya posee… en fin, el Coaching principalmente se trata de crecer y desarrollarse, de no quedarse parado.

CÓMO ES UNA SESIÓN DE COACHING PERSONAL
Las sesiones de Coaching son en realidad conversaciones que llevan al cliente a darse cuenta de muchas cosas. Se comienza, por lo general, identificando el objetivo de la sesión en particular, y desde ahí se van hilando diálogos entre Coach y Coachee en los que el Coach no dirige a su cliente en modo alguno sino que le ayuda a que este encuentre sus propias respuestas. El coach en ningún momento juzga ni opina sobre las conclusiones ni opiniones del cliente ya que ése no es su cometido. Al final de la sesión se suele acordar algún tipo de “tarea” para que el Coachee interiorice los apredizajes, o para que comience a dar pequeños pasos hacia sus objetivos.