Cobrar por ir al trabajo en bici…suena bien

Por Rafael @merkabici

¿Te imaginas que te pagaran más por ir al trabajo en bicicleta? Pues en Europa ya lo hacen…

Seguro que cuando has leído el título de este artículo has enarcado ligeramente las cejas ¿Cómo? ¿Qué me van a pagar más por ir al trabajo en bicicleta? Pues al menos eso es lo que están intentando implantar en Francia. Y ojo, que no son pioneros de ello, sino que se limitan a copiar una idea que ya está funcionado, y con mucho éxito, en Bélgica.

La idea viene promovida por parte del Ministerio Francés de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía, por lo que en principio tiene todos los parabienes estatales. Será el Estado el que abone a las empresas los gastos que ocasiones esta interesante iniciativa.

Eso sí, no pienses en grandes sumas de dinero. Se pagarán 25 céntimos de euro por cada kilómetro recorrido en bicicleta tanto para ir al trabajo como para volver al domicilio, con un límite de doce kilómetros diarios y cuarenta kilómetros al mes. Que vale, tampoco es tanto, pero piensa que a esos cuarenta hay que sumar los que ahorras de transporte público o gasolina. En fin, que te da para algún caprichín mensual. Y eso sin contar con que estás contribuyendo a salvar el mundo, amigo. Eso sí, tendrás que firmar un declaración jurada de que efectivamente realizas dicho trayecto en bicicleta. Pero vamos, eso para nosotros no es problema alguno, porque los ciclistas urbanos somos gente maja y honesta que no vamos a intentar defraudar a nadie con esto, ¿eh?

Un total de 19 empresas de toda la geografía francesa se han sumado a esta iniciativa, con la que se pretende doblar el número de trabajadores que usa cada día la bicicleta como medio de transporte hasta su puesto, y que en la actualidad se sitúa en Francia en menos del tres por ciento del total. En el horizonte del gobierno francés está el intento de reducir su dependencia energética de la energía nuclear, que hoy en día es del 75 % y que se pretende reducir al 50 % antes del 2024.

Francia se suma así a las posturas similares que han adoptado otros países del entorno europeo, como Dinamarca o Bélgica, que igualmente han incentivado a sus trabajadores para que acudan a sus puestos sobre la bicicleta. Entre los belgas esta misma idea, aplicada con aun menor retorno económico para los usuarios de las dos ruedas (“solo” 22 céntimos por euro) ha conseguido que casi el diez por ciento de los habitantes de ese país se desplacen hasta su trabajo en bicicleta.

La idea es evidentemente, intentar inculcar una cultura de la bicicleta entre la población con el fin de que esta vea como algo natural, útil y sostenible el acudir al trabajo en bici. Algo parecido a lo que ocurre en Noruega con el reciclaje, que también tiene allí una mínima subvención y está contribuyendo a crear una nueva generación que ya ve como algo “lógico” el reciclar los desechos. Lo ideal es no tener que convencer a nadie de los beneficios de la bicicleta urbana, porque cuando necesitas convencer a alguien este parte de una situación de “no convencimiento” y va a ver cualquier sugerencia externa como una agresión a su autonomía personal. Pero si se va implantando poco a poco esta idea, y la misma cala en la población dentro de poco las calles se llenarán de ciclistas que acudirán gustosos y con una sonrisa cada mañana a trabajar encima de sus bicicletas.

Evidentemente no somos inocentes y sabemos de la dificultad que esto tendría para implantarse en algunos puntos de España. Igual que Burdeos o Bruselas son ciudades perfectas para la bicicleta por su orografía, y Marsella, por ejemplo, lo es por su clima, en España hay muchas ciudades llenas de cuestas empinadas, como Toledo, donde la bicicleta urbana encuentra bastantes problemas. Asimismo, toda la franja norte tiene mucho días de precipitaciones, por lo que en principio puede dar un poco de pereza lanzarse a la carretera. Pero ojo, que en Holanda también llueve y allí andan en bici a diario, como si fuera una cultura. Todo es proponérselo, y seguramente que iniciativas como las señaladas más arriba contribuirían a que muchos dieran el gran salto. Veremos, pues, si llegan aquí estas idea…