Pero este año decidieron hacer algo nuevo, en vez de decorarlas con arbolitos, osos y demás parafernalia navideña, optaron por cambiar el color rojo de la Coca-Cola clásica por el blanco ¿y eso? pues muy facil, por el calentamiento global.
La campaña Coke’s “white can” era una colaboración con el Fondo Mundial para la Naturaleza para crear conciencia sobre el calentamiento global y su "amenaza a los osos polares y su hábitat ártico", además de el cambio de las latas de Coca-Cola Classic de rojo a blanco, la compañía también se comprometió a contribuir con 3 millones de dólares para ayudar en la conservación.
El caso es que los fanáticos de la marca se han puesto como basiliscos y han expresado sus quejas por esta campaña, las razones, principalmente porque dicen que se confunde la lata blanca con la de Diet Coke y algunos han llegado a decir que hasta sabe diferente, otros dicen que es un sacrilegio cambiarle el color, en fin. Al menos creo que la aportación económica sigue en pie.