Dice la leyenda, que todo empezó el 8 de mayo de 1886, cuando un farmacéutico de Atlanta llamado John S. Pemberton, comenzó a servir en su establecimiento, una bebida carbonatada de color oscuro y con un característico sabor a caramelo. Una bebida que se ideó como un jarabe contra la mala digestión y que sin saberlo, revolucionaría el mundo años más tarde. Había nacido la Coca-Cola. En sus 134 años de historia, la bebida con marca registrada más consumida del planeta ha sido protagonista de no pocos relatos sobre su elaboración, algunos ciertos, otros no, otros no tanto. E incluso lo afirmado en esta introducción, podría no ser cierto...
A finales del siglo XIX, había unas 400 plantas entre las de Estados Unidos, Panamá, Canadá y Cuba, que embotellaban la Coca-Cola. Aunque no fue hasta 1915 cuando se unificó su diseño. El hecho de producir muchas botellas diferentes creaba confusión en el público objetivo y el presidente de la compañía sacó a concurso el diseño, que sería exclusivo de la misma. Ganó Alexander Samuelson con la famosa "botella contour", que a día de hoy sigue siendo uno de las características gráficas más reconocibles de la compañía. Es cierto, o más bien habría que decir que lo era, el hecho de que la Coca-Cola contenía cocaína. El origen de la Coca-Cola era otra bebida, llamada literalmente Vino Francés de Coca, desarrollada también por John Pemberton. Esta bebida era una imitación de la "Vin Mariani" elaborada por el químico francés Ange-François Mariani. El vino de coca no era otra cosa que Burdeos con cocaína, una mezcla que se consideraba tonificante entre las clases altas. Pemberton alteró la formula y añadió damiana (Té de México) a la que se le atribuyen propiedades afrodisíacas. También agregó nuez de cola, una semilla de origen tropical rica en cafeína. Con eso y la cocaína, nadie puede dudar de que el Vino Francés de Coca, de Pemberton, fuera estimulante. La Coca-Cola es la versión no alcohólica del vino de Coca, donde el químico sustituyó el burdeos por soda. La cocaína, sin embargo, se mantuvo en la fórmula (nada menos que nueve miligramos por vaso) hasta 1903, año en el que se buscó otra formulación, sin el alcaloide ilegal. Aunque la firma no lo reconoce acogiéndose al secreto de la fórmula, se dice que la Coca-Cola actual sigue teniendo extractos no adictivos de hojas de coca que llegan de Perú, y son procesadas por la empresa Stephan Chemicals en Chicago, bajo estricta supervisión de las autoridades. La mayor parte del efecto alcaloide fue reemplazado por cafeína. También se retiró la nuez de cola. En ese momento, Coca-Cola renunció a los presuntos efectos medicinales de la bebida y pasó a ser tan solo un refresco. ¿La fórmula de la Coca-Cola es secreta? Sí y no. Los ingredientes de la Coca-Cola deben ser auditados por las autoridades y por tanto son conocidos y se pueden leer en la etiqueta. Estos ingredientes son: jarabe de fructosa derivado del maíz, agua carbonatada, cafeína, colorante alimentario E-150d que le da el sabor a caramelo, ácido fosfórico o E-338 (regulador de la acidez) y aromas naturales. La clave está, por supuesto, en esos aromas naturales, que incluyen vainilla, lima, naranja y canela entre otros. La formulación exacta se ha conservado en secreto desde que Pemberton la ideara y, tras pasar por varias cajas fuertes, se asegura que se mantuvo segura en el Trust Company Bank desde 1925 hasta 2011, fecha en la que dicen se llevó, a una caja fuerte en el Museo Coca-Cola en Atlanta. Ese mismo año se dijo que la fórmula había sido descubierta, pero se trataba de una versión escrita por el propio Pemberton en un diario, no la actual. Sea como fuere, existen varias fórmulas diferentes de la bebida. Es sabido que en algunos países se cambia el jarabe de maíz por jarabe de caña. Esa es una de las razones del cambio de sabor que muchos alegan al probar Coca-Cola en otros países. Se dice que sólo dos empleados de la compañía conocen la fórmula y que cada uno sólo conoce la mitad. Es falso. Lo cierto es que sólo un puñado de altos ejecutivos tienen acceso a esa información. Se dice que no hay nada igual para quitar manchas de sangre, que deja los tornillos libres de óxido en un abrir y cerrar de ojos, y que puede hasta disolver un trozo de carne, hueso y nuestros mismísimos dientes. Creo que nada de esto es cierto. Según he leído, no hay ningún estudio que avale estos puntos más allá de lo que aseguran algunas personas y, aunque fuera cierto, no es algo de lo que debamos preocuparnos. El vinagre y el zumo de limón son ambos potentes limpiadores gracias a su acidez y aún así son perfectamente comestibles. La Coca-Cola tiene un PH similar a la del jugo de limón. Por otra parte también incorpora agua carbonatada, cuya efervescencia se dice que ayuda a limpiar ciertas manchas. Para que la bebida nos dañara los dientes tendríamos que pasar meses con la boca llena del refresco. El jugo de limón tendría un efecto similar. Mezclas explosivas: Conocido es, que la Coca Cola y los caramelos Mentos no son buena combinación. Eso es cierto. La causa, como explicaron en el programa Cazadores de mitos está en la superficie de los caramelos de esta marca, cuyas microperforaciones estimulan una generación explosiva de burbujas al entrar en contacto no sólo con Coca-Cola, sino con cualquier agua carbonatada. Los pequeños fragmentos de caramelo llamados Peta-Zetas o Pop-Rocks también fueron acusados de ser mortales en combinación con Coca-Cola. No se han registrado muertes causadas por esta combinación. Sea como sea, mezclar una bebida con burbujas con alimentos que producen más burbujas no es una maniobra muy inteligente desde el punto de vista digestivo. La lista de mezclas letales termina con la mítica leyenda urbana que asegura que la Coca-Cola con Aspirina es una potente droga con efectos narcóticos y afrodisíacos. De nuevo, una leyenda urbana completamente falsa. Y acabando este repaso a la historia de la bebida, decir que está plagada de relatos pavorosos sobre ratas que orinan sobre latas de refresco en los almacenes produciendo enfermedades mortales, y empleados malignos que introducen jeringuillas infectadas en las botellas. La Coca-Cola, como todas las bebidas comerciales, está obligada a pasar estrictos controles sanitarios. En cuanto a la leptospirosis producida por las ratas, no existen casos registrados. Coca-Cola aconseja, muy prudentemente, limpiar las latas de refresco antes de consumirlo. Sobre todo si no sabemos donde han podido estar. Esta precaución es algo tan lógico como lavar la fruta antes de comérnosla. Eso no quita, por supuesto, que la Coca-Cola sea una bebida azucarada en extremo debido a su alto contenido en jarabe de fructosa. Dicen que una lata de Coca-Cola normal tiene el equivalente a 10 cucharaditas de azúcar (39 gramos). La cafeína no es el principal responsable del característico "subidón" que produce beberse un vaso de Coca-Cola. Esa leve sensación de euforia se debe precisamente al aumento súbito de la cantidad de azúcar en el organismo. De hecho, se llegó a producir de manera muy exclusiva y a requerimiento privado, para deportistas de élite, especialmente para los esforzados corredores de ciclismo, una coca-cola sin gas y para consumirse a temperatura ambiente, con el fin de recuperarse "rápido", al final de una etapa de una gran vuelta de varias semanas. La fórmula de la Coca-Cola es el mayor secreto y estrategia de marketing jamás inventado.