Se trata de Víctor Dell Aquila, un aficionado del fútbol que tiene una enorme deficiencia. A los 12 años sufrió un accidente doméstico que le causó la pérdida de sus brazos y, precisamente, fue el fútbol lo que le sirvió de terapia para seguir adelante tras el gran golpe. A lo largo de su vida ha superado muchos obstáculos. El que te contamos ahora es uno de ellos.
El acontecimiento sucede justo cuando el arbitro silba para marcar la final de aquel partido entre Argentina y Holanda, tras 30 intensos minutos de prórroga. Aquí fue cuando Víctor saltó la barrera de seguridad y entró en el campo para unirse al abrazo de Filloy y Tarantini. Un abrazo de demuestra que no hace falta más que un sentimiento compartido para realizar esta bonita acción. Este instante fue capturado por el fotógrafo Ricardo Alfieri y publicado por “El Gráfico” bajo el título “El Abrazo del Alma”.
Pasados 36 años de este emotivo momento, Coca Cola le rinde un homenaje reuniendo de nuevo a los protagonistas del “abrazo del alma”. La marca, que siempre reivindica el lado más humano de las personas, nos cuenta una historia que demuestra que, a pesar de que a veces parezca lo contrario, el fútbol une a las personas. Víctor es un ejemplo de cómo superar las barreras que la vida nos impone, siempre hay algún motivo para seguir adelante, para ser feliz. Así que ya sabes, “destapa la felicidad”.
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