Siempre hay algo que hacer por primera vez. Es la historia con la que Coca-Cola tira de sentimentalismo y cuenta una historia en la que un anciano de 75, original de un pueblo del interior cuenta como dos chicos le van a conocer a su pueblo y finalmente le llevan a Valencia a conocer el mar y la playa, porque en su larga vida jamás había tenido esa experiencia.
Me ha gustado bastante porque está muy bien hecho, pero creo que en cierto modo, la gente de Coca-Cola empieza a abusar de tintes sentimentaloides en sus -por otro lado- maravillosos anuncios.
¿Qué os parece?