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Pero nosotros, afortunadamente (o no), vivimos en un mundo donde la mentira está presente de forma continua. Con la verdad por delante, pocas parejas resistirían la prueba de “cariño, ¿qué tal me queda esto?”. Las mentiras piadosas siempre son necesarias para elevar la autoestima (hoy os veo muy guapos, por cierto).
En España, hace 20 años, el 5% de los niños era obeso. Hoy día, con el 15%, somos la vanguardia de Europa y en unos años seremos potencia mundial de la diabetes, aunque, como solemos creer lo que nos da la gana, diremos que estamos más fuertecitos. Influye el escaso ejercicio físico, pero la alimentación hipercalórica no le anda a la zaga. Los refrescos de cola son las grandes estrellas, cuando no las alternativas isotónicas “sanas” como Aquarius (propiedad de Coca-cola), que además de sales minerales, contiene (¡sorpresa!) cerca de cien calorías. Una vez que hemos dejado claro que las bebidas con mucho azúcar en general, y los refrescos de cola en particular, NO ayudan a conseguir el peso ideal -salvo a los luchadores de sumo- tocaremos otro argumento poco conocido sobre la reina de las bebidas carbonatadas: Coca-Cola. Se trata del marrón que lidian en países distantes, mientras en nuestro occidente “conocido” se ofrece una chispeante imagen. Por algo es la mayor empresa del mundo… y la que más dinero gasta en publicidad.
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Contaminar el agua y suelo alrededor de sus plantas de embotellamiento.
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Distribuir su desecho tóxico como ‘fertilizante’ a los campesinos.
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Vender bebidas con pesticidas en India – que en ocasiones superan 30 veces las normas de la CEE.
Siempre Coca-Cola… (Y para un futuro post, que se vayan preparando los de Pepsi).
El Informe Alternativo sobre Coca-Cola de War on Want 001
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