Ingredientes:
Para la masa:
210 ml de agua
210 ml de aceite de oliva vírgen extra
500 gr de harina
7 gr de sal
25 gr de levadura fresca (un cubilete)
Para la superficie:
1 kg de espinacas frescas o 200 gr de congeladas.
1 puñado de piñones.
1 cebolla cortada en Juliana
200 gr de tomates cherry.
Queso rallado al gusto
Aceite de oliva virgen extra.
azúcar moreno, sal.
Preparación:
Ponemos a calentar el horno al mínimo.
Pon papel de horno a una bandeja del horno. Mezcla la sal y la harina en un bol. Reserva.
Añadimos agua tibia, añade 210 ml de agua a un vaso medidor. Incorpora el aceite y la levadura troceada. Bate hasta que todo esté bien mezclado. Pasa la mezcla a un bol amplio y sigue batiendo.
Ve añadiendo la harina sin dejar de batir, hasta que la pasta no permita trabajar con el batidor. Pásate, entonces, a las manos. Amasa un buen tiempo, hasta conseguir una bola elástica y consistente que no se pegue a las paredes del bol. Coloca la bola en la placa de horno e introdúcela en el mismo mientras preparas el resto de ingredientes.
Pon un chorrito moderado de aceite a calentar en una sartén. Corta los ajos en rodajas finas y dóralos en ella junto a la cebolla cortada. Retíralos. Incorpora los piñones. Dales unas vueltas para que se vayan tostando. Incorpora las espinacas y añade sal. Dejan que reduzcan y pierdan el agua (o espera a que se descongelen). En total, como 15 minutos.
Saca la bola del horno y extiéndela bien hasta cubrir toda la placa. debe quedar una capa fina con un reborde algo más grueso. Introdúcela de nuevo en el horno y deja que crezca durante una hora más o menos.
Mientras, parte los tomates por la mitad. Colócalos en una fuente y espolvoréalos con azúcar moreno. Reserva.
Sáca la coca del horno. Pon el horno al máximo. Espera unos diez minutos a que el horno se caliente. Introdúcela en el horno, baja la temperatura a 200º y hornea durante 10 min.
Vuelve a sacarla del horno, añade el sofrito de espinacas, espolvorea el queso y dispón sobre el conjunto los medios tomates formando la composición que buenamente se te ocurra. Añade un chorrete de aceite de oliva.
Devuelve la coca al horno otros diez minutos o hasta que veas que se doran los bordes. Deja que se enfríe antes de consumirla, aunque en caliente también está muy rica.