Hoy quiero compartir una receta de familia, coca en sucre.
Con esta receta me gustaría participar en el concurso #cocinaunasonrisa de cocina con CatMan, ya que como bien dicen en el post, con esta receta me vienen muchos momentos buenísimos y entrañables.
Espero lograr una sonrisa!
Esta receta la elaboraba mi abuela y entonces era mi madre la que la ayudaba, luego pasé a ser yo quién ayudaba a mi madre a hacerla.
Yo observaba como mi madre lo elaboraba todo, mi ayuda era únicamente añadir en el último momento los sobres de acidulante y gasificante.
Mi madre me repetía las mismas órdenes cada vez que hacíamos la coca para que no se me olvidase.
Se cortaba el borde de los sobrecitos para tenerlos preparados y añadirlos de forma continuada, se añadía uno a uno, no se añadía el siguiente hasta que el anterior no estuviese del todo integrado.
Cuando ya había añadido todos los sobrecitos, mi madre incorporaba la mezcla en el molde y lo introducía en el horno.
En el bol siempre quedaban restos de la mezcla, que yo a cucharadas o incluso mojando el dedo me terminaba.
¿Habéis probado alguna vez la mezcla en crudo? Está de rechupete…
Me gustaba tanto la mezcla que un día sin que mi madre me viese, metí la cuchara dentro del molde estando ya en el horno…
Fue al poco de meterlo en el horno así que la mezcla seguía cruda, eso sí seguramente ese día el bizcocho no subiría como de costumbre. (Ya sabéis que si el horno se abre antes de tiempo el bizcocho se puede desgasificar.)
Pero la trastada más gorda pasó el día que decidí hacer yo solita sin supervisión de mi madre, la coca.
Todo iba bien, seguí todos los pasos correctamente o eso al menos pensaba yo.
Algo debió de suceder porque durante el horneado la coca empezó a subir, a subir, a subir…Hasta el punto de que la mezcla se salía por la puerta del horno.
Mi madre no sabía que hacer, y yo no sabía donde esconderme.
Imaginaos el panorama y el tiempo que se tiró mi madre la pobre limpiando restos de coca del horno.
Estoy segura que muchos de vosotros tras ésta y otras malas experiencias, os hubieseis dado por vencidos como reposteros.
Pero yo no, años después de esta trastada y otras que no vienen al caso, que mi madre seguro no olvidará, estudié cocina y ahora estoy estudiando pastelería.
Por fin, he logrado hacer la coca casi, casi igual de buena que la que hace mi madre.
Ingredientes receta original:
2 huevos
1/2 limón rallado
Canela en polvo
250 ml de leche
140 ml de aceite de girasol
180 gramos de azúcar
200 gramos de harina normal
4 limonadas
En un bol se baten los huevos, se incorpora la leche y el aceite de girasol.
A continuación añadimos el azúcar, la ralladura de limón y la canela.
Agregamos la harina previamente tamizada, poco a poco.
Mezclamos con la varilla hasta obtener una masa homogénea sin grumos.
Añadimos las limonadas, una a una. Como he comentado anteriormente, no se añade el siguiente sobre hasta que el anterior no se haya disuelto del todo.
Se incorpora la mezcla a un molde previamente engrasado con mantequilla y se hornea a 120º durante 45′-1 hora.
Es recomendable comprobar la cocción, introduciendo en el centro un palillo. Si sale limpio está lista.
La dejamos enfriar en el molde unos minutos y luego la pasamos a una rejilla para que se termine de enfriar totalmente.
*Yo he hecho alguna variación, he añadido 60 gramos de cacao puro molido junto a la ralladura de limón. Y otra variación ha sido incorporarle cobertura de chocolate con leche por encima una vez fría. Estaba yo muy golosa…
Espero que os haya gustado, hasta la próxima receta!
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