No cabe duda de que hablar de corrupción está de moda (actuar contra ella o condenarla abiertamente, de momento, no está en la agenda de los líderes políticos). Hemos tenido tanto Gürtel y tanto Brugal que hemos llegado a pensar que era el PP el único partido trufado de políticos corruptos, pero no es así.
Anteayer escuché la noticia de la petición de prisión incondicional para Juan Francisco Trujillo, el chófer de la Junta que ha declarado que gastó 25.000 euros mensuales de las ayudas oficiales en comprar cocaína para su jefe, el exdirector general de Trabajo Francisco Javier Guerrero, encarcelado desde el día 9.
Y parece como si destinar el dinero público a comprar droga tenga un plus de culpabilidad añadido, pero no debería ser así, o, por lo menos, deberíamos considerar igual de inmoral destinar el dinero público a otros vicios. Acaso derrochar dinero de los contribuyentes en caviar no es igual de grave (a lo mejor, como no es una droga hay quien opina que no es lo mismo). Sin embargo, recuerdo que cuando publiqué en este blog la famosa factura firmada por Miguel Ángel Agüera, siendo Teniente Alcalde del Ayuntamiento, muchísima gente se indignó al comprobar el precio del vino que se bebió o del puro que alguien se fumó en aquel ágape.
Pero ¿y algo tan inocente como los huevos Kinder puede estar relacionado con la corrupción? Por supuesto, por mucho que lo niegue la mismísima Consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, consideró ayer en las Cortes que es normal cargar a la Conselleria la compra de huevos Kinder y pechugas. Según ella, estas compras corresponden a gastos "razonables" que entran en "lo normal" en todas las administraciones y que se ajustan a la normativa que regulan los gastos de caja fija.
Ciertamente sorprendente. Pero no me extraña que esto esté pasando en las Cortes valencianas, donde se sienta una alcaldesa muy cercana a nosotros, gente de comer bien, que ha cargado al Ayuntamiento gastos de representación por miles y miles de euros, sea en comilonas, en hoteles, de ramos de flores, ... ¡con razón le avergüenza tener que enseñar los extractos de la tarjeta VISA!
Como posteaba ayer Realidad Económica, algo muy grave falla en este país cuando ...