Nombres así no necesitan una presentación. Plato indiscutible en todas las fiestas Navideñas junto con el Cabrito o el Cordero asado, el Cochinillo es quizás para mi gusto el mejor de los tres.
Al igual que os recomendábamos con el Magret de Pato, para que no acabéis con una noche toledana después de comeros este plato, lo saludable sería comerlo para Navidad, Año Nuevo, o Reyes. Aunque si buscas gasolina para aguantar un cotillón y hacer una buena capa de grasa donde resbale el alcohol de los cubatas, con platos así aguantarás lo que te echen, menos garrafón, que con eso no hay plato que palie la resaca.
Aunque no tengamos un horno segoviano en casa, el cochinillo no es muy difícil de preparar, tan sólo lleva horas y estar atento del horno para que no se nos queme. En cuanto a la guarnición de acompañamiento podéis optar por varias opciones: puré de manzana, patatas fritas o ensalada. Yo os recomiendo la última de las tres porque la digestión será más cómoda y puede que os ahorréis acabar con un Almax a mitad de tarde.