Hoy que, para variar en los últimos años, estamos de crisis y tengo hambre, no me queda otra que tratar de pasar mi melancólica vida en este mundo cruel, más allá de la escotilla del portal, compartiendo una receta sabrosa a la par que económica. Se trata del cilindro de cochino, un plato nacido de la visita de una pareja de amigos que llegó a casa con un solomillo de cerdo y una morcilla de Burgos bajo el brazo.
Éramos cuatro y contábamos con eso, más un cartón de huevos, cebolla, un pimiento verde, aceite de oliva, medio paquete de arroz, especia tandori, un bote de zumo de naranja del Mercadona, sal, un cogollo de lechuga y cuatro aros de metal para emplatar. Tras una breve pero intensa tormenta de ideas salió lo siguiente:
- Quitamos la piel a la morcilla de Burgos y la picamos muy fina, desmigajándola. La apartamos en un plato.
- Picamos la cebolla y el pimiento verde, también finos, y los añadimos al plato de la morcilla.
- Cortamos el solomillo de cerdo, pero no en medallones, sino longitudinalmente, en tiras. Reservamos en otro plato.
- Echamos aceite a la sartén, unas cuatro cucharadas soperas, y cuando esté caliente agregamos la morcilla, la cebolla y el pimiento. Salamos un poco y dejamos cocinando a fuego medio por unos 10 minutos.
- Pasado ese tiempo, añadimos cuatro huevos batidos a la sartén y removemos durante 4 minutos. No hay que dejar que el revuelto se haga del todo. Quitamos la sartén del fuego.
- En un caldero pequeño, ponemos a reducir 300 centilitros de jugo de naranja, a fuego medio, con un poco de estragón, una cucharada de azúcar moreno y una pizca de pimienta. Lleva una media hora, pero hay que ir comprobando y cuando este espeso lo apartamos.
- Ponemos a calentar el horno a 200 grados.
- Pintamos una bandeja resistente al calor con aceite y colocamos encima un aro de emplatar. Lo cubrimos por el interior, previamente engrasado, con una o dos tiras de cochino, haciendo un círculo y moldeando para que cubra las paredes del cilindro.
- Rellenamos el hueco que queda dentro con el revuelto de morcilla de Burgos y repetimos la operación cuatro veces. Si tenemos cuatro aros, los dejamos con la mezcla en la bandeja. Si sólo tenemos uno, cada vez que componemos un cilindro lo retiramos con cuidado y pasamos a montar el otro.
- Metemos la bandeja en el horno durante 30 minutos (vigilar, por si acaso) y cuando el cerdo esté dorado la retiramos.
- A estas alturas, ya tendremos el jarabe de naranja listo. Servimos colocando un cilindro en el centro de plato, salpicando con un poco del zumo reducido y acompañando con arroz rojo y lechuga muy picada.
- PARA EL ARROZ ROJO: hervimos con las medidas habituales dos vasos de arroz basmati y añadimos al agua sal al gusto, un diente de ajo, un poco de aceite de oliva y dos cucharadas soperas de tandori. Una vez listo, escurrimos si hace falta y lo esparcimos por el plato según nos apetezca, haciendo después lo mismo con la lechuga picada.
El resultado: una velada entretenida y 4 barrigas llenas. Todos los ingredientes salieron por unos 8,50 euros. Y es que cuando el hambre aprieta…
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