El recetario está bastante bien, la verdad. Las recetas (que aún no he tenido tiempo de probar) parecen sencillas y suenan bastante apetitosas. Pero lo mejor es el humor con que están escritas. El libro es realmente desternillante, escrito con mucho buen humor y lleno de juegos de palabras -me temo que intraducibles- y chistes, incluída una lista de 10 mandamientos esenciales en la cocina, que Coolio llama "Cool-mandments" (jugando con la palabra "commandments", que significa "mandamiento", y su propio nombre).
Acompañan el texto varias fotos de Coolio en la cocina, cocinando con las gafas de sol puestas y la abundante cantidad de joyas que suele llevar encima, pero sin perder nunca el aspecto de tipo duro que todo rapero debe mantener. No olvidéis que su nombre, Coolio, es también un juego de palabras (como es el caso con la mayoría de los raperos). La palabra "cool", se podría traducir como "guai", pero también se usa para describir a alguien que nunca pierde los nervios y siempre mantiene el tipo.
Curiosidades aparte, el recetario de Coolio es representativo de un fenómeno muy interesante que está sucediendo en los Estados Unidos. Me refiero al espectacular auge de todo lo relacionado con la cocina. Son muchas las celebrities o personajes famosos que se deciden a publicar libros de cocina, con la seguridad de que se venderán como rosquillas (o como hot cakes, que dicen aquí). Si visitáis cualquier librería, como por ejemplo la ubicua Barnes & Noble, veréis que la sección de libros sobre cocina es apabullante, y no hay famoso que se precie que no haya contribuído al campo con algún best-seller de recetas "exclusivas". En el campo académico, que es lo mío, los estudios sobre comida y cocina en general están adquiriendo una relevancia sin precedentes. Pero eso es harina de otro costal, así que ya os lo contaré otro día.
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