Cocinar con niños: Galletas de avena con trocitos de chocolate

Por Unamadredelsigloxxi @madredlsigloxxi

En casa nos encanta hacer galletas. Y no sólo porque nos guste comerlas; es que hacerlas es una actividad divertida y una experiencia muy positiva para los niños. Debo reconocer que esta actividad resultaba mucho más sencilla cuando sólo había en la casa un minichef. Ahora que el peque se va animando a echarnos una mano, la actividad es un poco más estresante, pero supongo que mejorará a medida que el pequeño vaya aprendiendo a desenvolverse en la cocina.

Esta vez nos hemos animado a hacer unas riquísimas galletas de avena con trocitos de chocolate. Ya he publicado antes alguna receta parecida ( galletas con chispas de chocolate), pero la de hoy cuenta con los saludables beneficios de la avena. Quedaron un poco irregulares, pero estaban muy buenas. Nos han gustado tanto que me he animado a compartir la receta con vosotros.

60 g. de mantequilla (o margarina) a temperatura ambiente

90 g. de avena (en copos o en salvado)

Levadura (1/2 cucharadita)

Esencia de vainilla (1/2 cucharadita)

Trocitos de chocolate (90-100 g.)

1. En un bol poner el huevo, el azúcar, la vainilla y la sal. Batir con las varillas hasta mezclar los ingredientes.

2. En un cuenco mezclar la mantequilla y la avena y después incorporar a la mezcla anterior. Mezclar con una cuchara de madera. Yo usé salvado de avena, pero también vale en copos.

3. Añadir la harina tamizada, la levadura y los trocitos de chocolate. Remover bien hasta que la mezcla sea homogénea.

4. Precalentar el horno a 180º y preparar una bandeja con papel de horno.

5. Dar forma a las galletas con la ayuda de dos cucharas para que queden redondas (es una masa pegajosa, así que no se puede trabajar con las manos) y colocar sobre la bandeja del horno. Dejar algo de separación entre las galletas, porque crecerán durante el horneado.

6. Hornear las galletas entre 10-12 minutos (ya sabéis, depende de cada horno. En el mío, son 12 minutos).

7. Sacar la bandeja del horno, dejar reposar unos minutos y después colocar las galletas sobre una rejilla para que se enfríen. Seguro que desaparecen rápido, pero si queréis guardarlas se mantienen mejor en una lata.

Espero que os guste esta receta. Besos!