Madrid, 13 de abril de 2013. Miguel Angel Garcia-Sánchez
Asistimos a un episodio en el que la codicia desmesurada de unos pocos, que alimentan la ambición de los demás por tener aquello que en realidad, no necesitan, esta teniendo unas consecuencias catastróficas debido al saqueo de los recursos globales por parte de una minoría.
La codicia no es nueva. Sí lo son los medios que se utilizan para satisfacerla. Y están destruyendo las bases de nuestra sociedad y de la convivencia.