Tanto la información como el conocimiento deben ser claros y entendibles para todos los usuarios reales y potenciales. En algunas ocasiones cuando se juntan un grupo de expertos en áreas precisas como medicina, marketing, producción, petróleo, química, finanzas, legales, sistemas u otros, manejan códigos que ellos solos entienden.
No es raro que esto suceda, de hecho también pasa en las familias, grupos, amigos, comunidades virtuales, etc. Lo que sucede es que para poner esa información o conocimientos a disposición de la organización hace codificarlo a un lenguaje corriente y común para la mayoría de las personas que quieran tener acceso a esa fuente de información.
Para ser mas claro en lo que estoy diciendo vea el siguiente ejemplo de conocimiento sin codificar.
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Y .......... Entiende algo?. Por mas que el tema nos interese, no podemos sacar nada interesante porque no entendemos nada.
La tarea de los administradores o gestores del conocimiento es "bajar" el conocimiento a un lenguaje o código que sea familiar y comprensible para el resto de los interesados. No hace falta que sea en palabras, puede ser en gráficos, códigos, recetas, CD-ROOM u otro.
En CIGNA Property & Casuality, una compañía aseguradora, la información y el conocimiento que aportan los empleados son procesados por editores de conocimiento, en CIGNA sostienen que no es la cantidad de conocimiento lo que importa, sino la codificación y la calidad del conocimiento es la clave determinante de un seguro que aporta beneficios.
El formato de codificación depende de los destinatarios y usuarios que tiene como objetivo el conocimiento. En las revistas de computación, por ejemplo, el conocimiento lo codifican en un CD-ROOM ya que el target de destinatarios son personas afines con la tecnología y sistemas. En los libros escolares usan palabras, dibujos y lenguaje sencillo afín con un chico en edad escolar para hacer el conocimiento, además de entendible, entretenido.
Con esto lo que quiero decir es que no alcanza solamente con codificarlo, sino que hace falta tener en cuenta quienes van a ser los destinatarios de dicho conocimiento. A partir de tener claro la direccionalidad de la codificación, recién ahí podremos aplicar la mejor estrategia de codificación que sea entendible y utilizable para los usuarios.
Pablo L. Belly
pbelly@bellykm.com