Coevolución y endosimbiosis tras el parasitismo de nuestros piojos.

Publicado el 29 junio 2010 por Pedrolmendez

Un equipo multidisciplinar en el que también han participado investigadores nacionales publicó la semana pasada en los “Proceedings” de la Academia Nacional deCiencias de los Estados Unidos de América un importante artículo en el que se explica que han logrado secuenciar el genoma de nuestros piojos. Por cierto, animales sobre los que ya escribimos una entrada introductoria el pasado mes de marzo. En concreto han trabajado con la subespecie corporal que es la más peligrosa para la salud pública y con su principal endosimbiontebacteriano: candidatus Riesia pediculicola. Resulta que su genoma es el más pequeño de todos los secuenciados hasta ahora en insectos, extendiéndose sólo 108 Mb, de acuerdo con su ciclo biológico se ha encontrado que contiene menos genes asociados con la percepción ambiental y sus respuestas asociadas que incluyen receptores gustativos y olorosos así como enzimas desintoxicantes. A pesar de tratarse de un parásito obligado conserva 10773 genes codificantes de proteínas y 57 microRNA’s.
Como su desarrollo postembrionario es hemimetabolia ( la ninfa es muy similar al imago y vive en el mismo medio ecológico en ambas fases ) este estudio servirá de referencia a otros estudios que se hagan con otros insectos que comparten este ciclo.
La arquitectura única de los 18 cromosomas minicirculares mitocondriales pueden relacionarse con la pérdida del gen que codifica la proteína de unión de DNA mitocondrial de hebra sencilla.
El genoma del endosimbionte del piojo candidatus Riesia pediculicola codifica menos de 600 genes en un corto cromosoma lineal y en un plásmido circular que alberga un único ordenamiento de los genes requeridos para la síntesis del pantotenato, una vitamina esencial que falta en la dieta del piojo.
El piojo del cuerpo humano, su principal endosimbionte, y los patógenos bacterianos de que actúan como vectores poseen, todos ellos, genomas de reducido tamaño en comparación con los de especies equivalentes de vida independiente.
Por tanto, el proyecto genoma del piojo del cuerpo humano ofrece información única así como herramientas para avanzar en la comprensión de la coevolución entre vectores, simbiontes y patógenos.
Un saludo