Título original: Coffin Baby
Año: 2013
Duración: 92 min.
País: Estados Unidos
Director: Dean Jones
Guión: Josh Edwards, Dean Jones
Música: Michael Huey, Terry Huud
Fotografía: David Bridges
Reparto: Bruce Dern, Brian Krause, Ethan Phillips, Clifton Powell, Lianne Spiderbaby, Elissa Dowling, Chauntal Lewis, Allison Kyler, Christopher Doyle
Si no hay nada más interesante para hacer, mejor no verla.
Coffin Baby merece ser catalogada como un despropósito de dimensiones descomunales. Visualmente aceptable, los problemas vienen debido a un guión con pretensiones que hace aguas por todas partes y de unas interpretaciones lamentables y poco creíbles. Dean Jones en su debut como director, también se ocupa del guión y de la producción. Quizás el conjunto de responsabilidades le hizo perder el norte para acabar por crear esta mediocridad. Secuela del remake dirigido en 2004 por Tobe Hooper, The Toolbox Murders. Hay un abismo insalvable entre ambas producciones y no es porque la película de Hooper sea una obra maestra.
Como he mencionado más arriba el guión no hay por donde cogerlo. Diálogos pobres y sin sentido son la tónica general. Capaz de aburrir al más jovial de los mortales, la trama narra los trances de un asesino en serie que, con una pinta espantosa, pasea a sus anchas por las abarrotadas calles de Hollywood. Además de no despertar las sospechas de nadie, secuestra y mata a sus víctimas sin seguir ningún tipo de patrón. También incorpora una historia paralela, la cual no tiene relación alguna con el argumento principal, donde se resuelve todo en los minutos finales y el único sentimiento que provoca, es la indiferencia.
Es en el apartado de efectos especiales donde la producción muestra su mejor cara. Las escenas más intensas demuestran un trabajo competente, aunque ensombrecido por infinidad de toscos movimientos de cámara más propios de un videoclip que de un largometraje. La ambientación conseguida en la guarida del demente es otro de los puntos fuertes del film. Es tétrica y bastante macabra. Logra transmitir cierta sensación de agobio al espectador. Respecto a los actores, la actriz que tiene un papel más relevante es Chauntal Lewis como Samantha Stevens. Realiza una interpretación terrible, plagada de estereotipos y sobreactúa de tal manera que, por momentos, es difícil distinguir si llora o ríe.
La ciudad de Los Angeles vive una terrible pesadilla al albergar en sus calles a un maníaco homicida con una actividad frenética. Samantha es secuestrada por él y obligada a presenciar los espantosos crímenes que el psicópata es capaz de cometer. Sola y sin ayuda, deberá armarse de valor y hacer lo imposible para escapar con vida de la pavorosa situación.
Prescindible, insulsa y de gran banalidad. Demuestra una estructura narrativa torpe y confusa que acaba por resultar muy aburrida. Sin lugar a dudas, una idea fallida que no aporta nada nuevo al género. Si hay algo para salvar sería la ambientación y los efectos especiales.
Firma: Sergio Bosch.