Estamos bien entrados en el verano ya, y apetece comidas ligeras y fresquitas que no nos dejen el cuerpo pesado pero nos alimenten.
Por eso mismo, las propuestas para el mes de Julio del reto #ColorYSabor de Temporada son así de refrescantes: sandía y lechuga. La verdad es que había pensado probar a hacer un gazpacho de sandía, que hace tiempo que quiero prepararlo en casa y aún no lo he hecho, pero me pillaba más a mano la lechuga, y como ando corta de tiempo con esto de preparar tantos post con antelación para Agosto, pues al final opté por la hoja verde.
La lechuga es rica en fibra, contiene vitamina A que aporta antioxidantes, es diurética y favorece la absorción del hierro. Además, aporta muy pocas calorías, debido a su alto contenido en agua (94%).
Es por eso que esta receta no es muy pesada, a pesar de llevar nata y mozarella, lo que la convierte en perfecta para un almuerzo ligero, o una cena ideal.
Ingredientes: (2 personas)
- 2 cogollos de lechuga
- 1/2 cebolla
- 1 manojo de albahaca fresca
- 1 bola de mozarella de búfala
- 250gr de nata para cocinar
- 1l. de agua
- pimienta blanca
- sal
- aceite de oliva
Elaboración:
En primer lugar, cortamos la base dura de los troncos de los cogollos, con cuidado de que no se separen las hojas. Después los cortamos por la mitad longitudinalmente.
Los lavamos bajo el grifo y los escaldamos en una olla con 1 litro de agua y un poco de sal durante un par de minutos.
Los ponemos en una bandeja apta para el horno y encima colocamos dos rodajas de mozarella de búfala en cada medio cogollo.
Introducimos la bandeja en el horno a 180º durante 10 minutos, y podemos añadir 3 minutos más de grill al final para que queden más dorados.
¡Os animo a probarla, Calderer@s!
¡Que aproveche!