Ayer hablaba con un amigo sobre la coincidencia de la final de champions, el 24, con las elecciones al Europarlamento, el 25.
Ninguna de las dos cosas depende de España, a priori, por lo que tampoco se puede hablar de una táctica política implícita en el hecho de que dos eventos tan dispares entre sí, coincidan. Aun así, hace pensar.
El tema del bipartidismo no es sólo un mal de España, está extendido por toda la Unión Europea y todos ellos parecen tener miedo. Y como el deporte y la política van de la mano primo, veo más que probable que hayan determinado juntar fechas para desviar un poco la atención y así mantenerse más tiempo en equilibrio sobre su cuerda floja. Sí, cuerda floja, ya no caminan sobre grandes puentes donde podían ir de un lado a otro en limusina, ahora están en la cuerda floja porque los ciudadanos de Europa están cansados; cansados de recortes, cansados de las mismas caras, cansados de proteger a quien nace protegido de serie y cansados de los mandatos que vienen de Alemania. Los cuáles, por cierto, no dudan en llamar gandules a los Estados del sur a pesar de lo bien beneficiados que salen con nuestra mano de obra, más barata e igual de productiva.
El miedo es quien mueve los hilos en Europa ahora mismo. Unos miedo a perder su poder, otros miedo a perder su trabajo, otros miedo a verse obligados a emigrar para buscarse el pan. El problema, para los de arriba, es que el currante cada vez tiene menos miedo, es más, cada vez más gente pide un cambio. Y ellos, como bien normal que es, deben jugar sus bazas para defender sus intereses, ¿y qué nos dan? Circo.
El día 24 es la final de champions, no se os olvide. Batirá récord en share televisivo y, tras el partido, miles de personas saldrán a la calle a festejar la victoria de su equipo, y otro miles de personas se irán de copas a compadecerse de lo que podría haber conseguido el suyo. Y el domingo se Vota. De esos miles de personas, sólo unos pocos se levantarán con ánimo de ir a las urnas, seguramente sean los del equipo ganador, estarán algo más motivados y no permitirán que una resaca de caballo les impida votar. Los del equipo perdedor, es posible que una cantidad ínfima se anime a votar, tendrán resaca de consuelo y la moral por el suelo, ¿a quién le importa el Europarlamento si ha perdido mi equipo y van a salir los de siempre?
Bien, en Europa han solucionado parte del problema, y están algo más tranquilos, pero ven un brote, y no es verde. En España la gente está mucho más cansada del bipartidismo que en ningún estado de Europa, ya que no todos sufren igual la crisis. Ven que España puede ser un ejemplo siendo el primer estado de la Unión Europea que acabe con el bipartidismo, o como poco, que siembre el germen que lo eliminará en unos años... Et voilà! He aquí la final de champions, una final española. La final que un país con seis millones de parados se merece a fin de mitigar un poco su sufrimiento. Y de paso, que se olviden de que tienen que votar al día siguiente. Parece un buen veneno contra el germen antibipartidismo, un antibiótico contra un resfriado puntual.
Por cierto, me da que la gana el Atlético.