Con ella empecé a adorar el punto de cruz, hace algo más de quince años, cuando la veía bordando en una pequeña tienda que tenía en uno de los primeros centros comerciales que abrieron en esta isla. Traía diseños adorables, mágicos... Unos años más tarde, también de su mano, me enganché en el patchwork y ahí sigo.
¡FELIZ NAVIDAD!
¡Sean muy felices!