Las comedias del cable americano, aunque no necesariamente mejores, sí suelen ser más sofisticadas, desafiantes, y en su mayoría más arriesgadas que las de los canales en abierto (ya que pueden hacerlo creo que tienen el deber de intentarlo). Para desmarcarse de las Networks suelen buscar proyectos claramente diferenciadores, ya sea a través de la provocación desmedida, la critica despiadada, e incluso la extravagancia más inaccesible (lo raruno, raruno dirán otros), cuando en el fondo, el primer objetivo que debe tener toda comedia (por encima de cualquier otro), es hacérnoslo pasar lo mejor posible a los televidentes a base de hacernos reír, ya sea con grandes dosis de inteligencia, o simplemente por la pura visceralidad cómica del absurdo. Bored to Death no se aleja demasiado de estas dos premisas. Por un lado, Jonathan Ames, su creador (y también personaje principal), nos presenta una serie llena de ingenio pero claramente contemplativa (“dialogativa”, más bien), donde a pesar de estar llena de acción y misterio, apenas pasa nada reseñable en sus tramas. Y por el otro nos damos cuenta enseguida que, en el fondo, no es más que una excelente comedia para pasar unos cuantos buenos momentos de diversión sin que nos sintamos excesivamente inquietos o incómodos con su paradójica propuesta. Pero, pongámonos algo más cómodos y sigamos comentando la serie en LOQUEYOTEDIGA, pinchen AQUÍ…