En una nota anterior dije que mi preocupación por tener a Ada Colau de Alcaldesa estaba apaciguándose, pero por varias razones he recuperado mi preocupación inicial.
Es indudable que en este país se le ha de dar un vuelco a la política pero el cambio no se consigue mediante protestas y manifestaciones cuando el tiempo de estas ya ha pasado y se trata de concretar aquellos aspectos que han de soportar el cambio, pero Ada Colau sigue actuando a base de montar shows que le permitan que cada día haya una foto suya en el periódico, y en los pocos días que lleva de Alcaldesa, y a pesar de que le espera un ingente trabajo si quiere cambiar cosas sin hacer barbaridades, aparentemente sigue más preocupada por montar shows que por ponerse a trabajar.
Sea quien sea que la ha votado, ha sido para que actúe como Alcaldesa de Barcelona, no para que continúe montando manifestaciones y protestas por más justificadas que estén. Sin embargo, el lunes 15, primer día laborable de la nueva Alcaldesa, no se le ocurre otra cosa que irse a Nou Barris, el barrio donde más la votaron, a impedir un desahucio, que además no se llevó a cabo porque previamente se había llegado a un acuerdo que la Colau quiso vestir como conseguido gracias a su intervención, es decir en vez de ponerse a trabajar en el Ayuntamiento continúa dedicándose a aquello que hace mejor, montar shows, y encima por falta de previsión y por no comprobar la situación del desahucio su intento se frustra y se queda sin show. ¡¡Pues vaya un comienzo!!, como para dejar tranquilos a todos los barceloneses.
Como que la señora aprovecha todas las ocasiones, efectuó uno de los desplazamientos al desahucio en Metro para que los periodistas pudiesen tomar infinidad de fotos de la Alcaldesa usando el Metro para moverse por la ciudad, cosa que me parece muy bien e incluso diría que ya era hora, pero solo espero que de aquí a dos o tres años los periodistas ya no le saquen fotos en el Metro a pesar que todavía lo utilice para moverse por la ciudad, porque se haya convertido en algo normal.
Del día de su elección hubo algo que no me gustó nada. La elección y nombramiento fue el sábado 13, y mientras se llevaba a cabo unos cientos de vecinos en la plaza de Sant Jaume celebraban el nombramiento y gritaban animando a la Alcaldesa hasta el extremo de que se hacían oír por los que estaban votando en el Ayuntamiento. Esta manifestación estaría muy bien si hubiese sido espontanea pero era claramente montada y organizada incluso con folletos convocando a la manifestación de apoyo a la Colau en la plaza de Sant Jaume. Si hay algo que los cambios que deben producirse en esta ciudad y en este país no necesitan para nada es el culto a la personalidad.
Os adjunto un artículo de Luis Racionero que con el título “No mas tonterías que las necesarias” publicó La Vanguardia del lunes 15, en que aconseja a la Colau menos shows, que se asesore y aprenda rápido como gestionar la ciudad si no quiere perjudicarla. Haced clic sobre el artículo para que se pueda leer.
Ojala mis preocupaciones se disipen totalmente y Ada Colau acabe siendo una buena Alcaldesa.