Cold Cave, ese trío de Philadelphia que nos dio uno de los mejores discos de synthpop del 2009 con su disco debut Love Comes Close, han vuelto este 2011 con un segundo álbum decepcionante en comparación con lo que son capaces de hacer. Como si de otro grupo se tratase, Cold Cave ha abandonado todo lo que creó antes para meterse en un terreno saturado y agotado: rock sucio con sintetizadores que nos obliga a compararles con Editors o White Lies.
Temas como The Laurels of Erotomania, Love Comes Close o Life Magazine (el remix de Arthur Baker es buenísimo), están lejos de lo que podemos escuchar en Cherish The Light Years, más rock y más saturación que desde luego gustará a un público determinado pero dudo que cumpla las expectativas de los que se quedaron prendados con Love Comes Close.
Y todo sería diferente si este disco lo hubiese firmado otro grupo o si Cold Cave hubiese hecho un debut en otra línea, pero el pasado influye en el presente y eso, lamentablemente, le va a pesar mucho a Cold Cave. Una pena.
Cold Cave – Cherish The Light Years (2011)