El doctor Carlos González ha contado muchas veces a las madres que le consultan por el tema como, hace millones de años, las madres siempre llevaban en brazos a sus hijos y dormían todos juntos en un mismo lugar y las crías siempre cerca de su mamá, para que esta pudiera protegerlas de cualquier depredador y para darles calor y cariño, el padre protegía a los dos y siempre se mantenían juntos. Si las crías, indefensas, se separaban de sus mamás corrían peligro, si se despertaban y lloraban estas no los escucharían, ellos no podrían defenderse y podrían ser atacadosA día de hoy, nosotros sabemos que en su cunita, incluso en su propia habitación, estarán a salvo de esos depredadores de antaño, pero nuestros bebés siguen manteniendo ese mismo instinto de supervivencia, se despiertan para ver que todo va bien y necesitan sentir a su madre cerca, por eso, si no la tienen cerca lloran desconsoladamente, temerosos de haberse quedado solos e indefensos.Y qué decir de las numerosas veces que se despiertan pidiendo pecho y hay que levantarse y por tanto, espabilarse, para darles de mamar.
El colecho, o al menos, dormir en la misma habitación que los padres, es la solución a esos llantos desconsolados y a esas idas y venidas a media noche para coger al niño.Colecho significa compartir el mismo lecho, dormir en la misma cama. El ser humano está programado para dormir acompañado. cuando somos bebés dormimos cerca de nuestros padres. luego, al llegar a cierta edad dormimos en nuestra propia habitación hasta el momento que nos casamos o nos vamos a vivir con nuestra pareja, y volvemos a dormir acompañados, y si una noche, por cualquier motivo, nuestra pareja no puede dormir con nosotros, ¿acaso no lo echamos de menos?, ¿acaso no pasamos la noche en vela porque nos falta su compañía?. Entonces, ¿por qué nos empeñamos en que nuestros hijos deben aprender a dormir solos?.
Cuando le cuentas a la gente que duermes con tu hijo la mayoría de personas te dicen cosas como: -no lo metas en la cama que se acostumbrará y luego no querrá salir-, -este niño está demasiado mimado y luego no habrá forma de educarlo-, -te llevará en su noche de bodas para que duermas con él-Parece que ellos nunca han sido niños, que no han deseado dormir con sus papás alguna noche, que no han necesitado cerca a sus padres en todo momento… Creo que esas personas no tienen memoria o ven algo malo en dormir con nuestros hijos que yo, por más que lo intento, no veo por ningún sitio.El colecho es una experiencia más que gratificante y bastante segura para le bebé.Tan sólo hay que cumplir una serie de normas básicas de seguridad para dormir con nuestros hijos como no estar bajos los efectos de alcohol o de drogas, no ser fumadores y en el caso de serlo no fumar en la cama, no tener obesidad mórbida, que la ropa de la cama sea del mismo tamaño que el colchón, no taparnos con ropa que pese y puede impedir moverse al bebé, no ponerlo demasiado bajo para no taparle la cara, etc…como he dicho, son normas fácilmente realizables.
Y aunque no intento convencer a nadie de que duerma con sus hijos os dejo una serie de ventajas para ambos:Cuando les damos la oportunidad a nuestros hijos de dormir a nuestro lado le estamos proporcionando:
- Tranquilidad. Sus papás siempre estarán ahí.
- Seguridad en ellos mismos.
- Mamarán más veces sin apenas despertarse.
- Se relajarán y seguirán nuestra respiración para ello.
- Regularemos su temperatura corporal.
- Dormirán más y mejor.
- Llorarán mucho menos.
- Le daremos estabilidad emocional.
- Podremos atenderlos si necesitan algo en el mismo instante que nos reclamen.
- Disminuiremos la posibilidad de muerte súbita.
- Le enseñaremos a dormir siguiendo nuestras rutinas.
- Tendrán un fuerte vínculo afectivo con nosotros.
- Y como ya he dicho antes, le enseñaremos a dormir acompañados.
Y para nosotros también hay ventajas:
- Al tener a nuestro hijo cerca dormiremos más tranquilos.
- Podremos atenderlo sin necesidad de desplazarlos ni levantarnos.
- Podremos amamantar a nuestro bebé sin necesidad de levantarnos ni despertarnos apenas. La mayoría de las veces que maman los bebés por la noche lo hacen dormidos tanto la madre como el bebé.
- Crearemos con nuestro hijo un fuerte vínculo afectivo que durará toda la vida.
Por desgracia a día de hoy son muchos los que intentan convencernos de que no durmamos con nuestros hijos basándose en artículos de “profesionales” que explican lo malísimo que es para el futuro de nuestros hijos que duerman con sus padres, que les afectará psicológicamente y aprenderán que dormir acompañados es lo normal…cuando para ellos no lo es.Y no, señores, por mucho que se empeñen en decir lo contrario, ningún adolescente duerme con sus padres a no ser que sea por causa mayor.Vuestros hijos no querrán dormir con vosotros eternamente, a cierta edad querrán su independencia, y normalmente a los tres o cuatro añitos aceptan perfectamente dormir solitos siempre que os quedéis con ellos hasta que se duerman.Conozco a montones de personas, incluyéndome a mi misma, que han dormido con sus padres hasta bien grandecitos y no ha pasado nada de nada, ni somos anormales, ni locos, ni raros, somos personas emocionalmente sanas y felices.
A todos esos que me insisten en que no duerma con mi hijo yo les digo:¿Y qué si duermen con nosotros?, así todos somos felices.¿Y qué si se acostumbran?, les enseñaremos a dormir acompañados, que será lo que harán cuando sean mayores.Mi marido y yo dormimos con nuestro hijo porque queremos y porque así somos felices, porque queremos a nuestro hijo cerca y porque queremos que se sienta protegido y feliz, porque dormimos más tranquilos y mejor, porque amamantar así a nuestro hijo es mucho más fácil y cómodo y porque para nosotros, es un signo de amor. Así que si sois de los que deseáis dormir con vuestros hijos y no os atrevéis por el qué dirán o las consecuencias, adelante, hacedlo y sabed que las consecuencias son buenas para ambos.