Colegio Arbitral de Ourense: "Pinocho y su séquito de marionetas"

Publicado el 13 diciembre 2013 por Jmporense @futbolbaseymas
Entre los cientos de comentarios que acompañaron a las varias publicaciones sobre las agresiones producidas en el seno del Colegio de Árbitros ourensano, me llamó la atención en el sentido positivo, que uno de sus componentes diese el nombre desde el principio en sus continuas expresiones de rechazo a la situación que se vivió y que aunque parezca lo contrario, no está olvidada. Su manera de redactar me hizo pensar en ofrecerle un espacio para que nos contase lo que el considerase oportuno, sobre el mundo arbitral, sobre el mundo deportivo o sobre el mundo... simplemente. La apetitosa oferta económica ofrecida por su colaboración fue una tentación demasiado grande como para rechazarla, así que os dejo el primer artículo de Ricardo Salgado "Richard" esperando no sea el último y pedir humildemente que al menos le dejen seguir asistiendo a las reuniones... ‘Pinocho’ y su séquito de marionetas
Tras la segunda agresión por parte de un directivo arbitral de Ourense a un colegiado en menos de un mes, esta vez delante de todo el colegio y a la vista de todos, directivos, árbitros y hasta un ex trencilla internacional, se esperaba una reacción contundente por parte del Comité. En cuanto los medios se hicieron eco de la agresión por parte de Celso Obdulio Sobrino sobre el árbitro de Tercera División, José Ramón Jiménez Alberte, los jerifaltes, con Pancho a la cabeza (el famoso ‘presi echapulsos’), comenzaron a ponerse nerviosos. Parece que el tinglado que tenían montado se tambaleaba y había que tomar medidas. Pues bien, la medida se quedó en el anuncio de un comunicado por parte del presi, nunca comunicado. Y tan panchos que se quedaron. Ahora toca llenar el buche en las cenas navideñas, y el tiempo se encargará de tapar la enésima cacicada.
 Un compañero comentaba hace unos días que la ropa sucia hay que lavarla en casa. Estoy de acuerdo en parte en eso. Sin embargo, cuando la lavadora hace aguas por todos los lados y te llena la casa de suciedad toca ir a lavandería. En este caso ocurre que la delegación está gobernado por un atajo de personas cuyos méritos se reducen al servilismo más absoluto de la mano que les da de comer. Nunca fueron ni serán queridos por los colegiados y su papel de comparsas se limita a seguir la doctrina del que manda. No importa el arbitraje ni sus integrantes, sus responsabilidades se reducen a “sacar la jornada sea como sea” y punto. Las agresiones en el campo son “toques suaves” , y las tortas que ellos mismos les ofrecen y dan a sus colegiados se tapan, sin más. De hecho, no tienen reparos en que el tal  Obdulio presida las reuniones vespertinas al lado de Presas. Total, no hubo heridas de consideración, así que está todo controlado y aquí no ha pasado nada. Y mientras, el colegiado agredido en su casa, humillado y olvidado por una delegación por la cual lo ha dado todo en los últimos 20 años. 
  Esta es la triste realidad de la delegación arbitral. La imagen del arbitraje está por los suelos, de eso no hay duda. Pero por encima de colegiados estamos hablando de personas, pisoteadas de forma piramidal
por Pancho y su séquito. Eso sí que da ‘peniña’.
 Se intentó conversar con los dirigentes y se acudió a todo tipo de personalidades, tanto de la Xunta como de la propia Federación, que hicieron oídos sordos a las reclamaciones de los colegiados, quienes pedían ante todo que se respetara su dignidad. ¿Qué haces cuando no tienes más que el apoyo de parte de tus compañeros? Aguantar y tener paciencia. El sistema es el que hay y está claro que para muchos de esos jefazos que pacen en sus lustrosos sillones, los árbitros no son más que un leve sarpullido. 
Con este panorama tan poco alentador llegamos a este viernes, en el que tendrá lugar la tradicional cena navideña de la delegación. Basta decir que el año pasado asistieron a dicho evento más de 110 personas, entre ellas, 88 colegiados. En esta ocasión las cifras no son muy halagüeñas, pero sin necesidad de exagerar es fácil aventurar una asistencia superior de directivos que de árbitros, en torno a 40 en total, entre ellos, como no, los dos supuestos agresores, quienes seguramente harán las delicias de los presentes y amenizarán tan señalado acontecimiento. Llegados los postres siempre pueden poner las tortas.
 Y ya saben, felices fiestas y todo eso.
Ricardo Salgado (Árbitro y periodista)Futbol Base y mas