Pues después del concurso de arroces (sábado por la mañana en Alicante), y teniendo en cuenta que teníamos que volver a por el coche en menos de una hora, decidimos buscar algún sitio para tomar una cerveza y lo más importante, ir al cuarto de baño. Así que fuimos a Lizarrán, que la verdad hacía mucho que no íbamos..
No solemos ir a Lizarrán porque aunque todo está buenísimo, el sablazo es asegurado, pero bueno, un día es un día. Nos pedimos unos refrescos con unos pinchos... que estaban de muerte... y entre estos tres pinchos, y los arroces que probamos en el Ayuntamiento, casi como que habíamos comido ya.