Se trata de un juvenil de libro. Los colimbos grandes anidan en lagos de Islandia, Groenlandia y Canadá sobre todo, y pasan el invierno en las costas de Europa y Norteamérica. En Asturias los primeros se pueden ver en paso algunos años en octubre, pero lo más normal es que lo hagan en noviembre, y muchos se quedan a invernar, pasando aquí entre 3 y 4 meses. Sin duda se trata de una de las piezas más codiciadas por cualquier aficionado a las aves marinas, entre otras cosas por su belleza tan peculiar y por ser escaso. En ocasiones se acercan mucho a los puertos y pueden ser bien observados, como el que localicé hoy.
El colimbo grande es un perfecto buceador, capaz de estar sumergido bastante tiempo. En las zonas donde anida se alimenta de un gran número de presas, pero en invierno, al distribuirse por zonas costeras, es muy probable que lo haga casi exclusivamente de pescado. Aquí tenemos al ejemplar de Luanco en una secuencia para observar cómo se zambulle.
Y una postura que he observado, muy típica de este ave, que adopta a veces cuando se encuentra en plena pesca y que adopta entre zambullidas, la que yo llamo "del submarino". El colimbo se encoge, avanza muy pegado al agua y más rápido de lo habitual, debe ser para estar el tiempo justo en la superficie antes de la siguiente inmersión.