El colimbo grande es un ave propia de las latitudes árticas, que cría en lagos e inverna en el mar. Las mayores poblaciones de esta especie se encuentran en lagos de Norteamérica, pero efectúan sobre todo migraciones locales, ya que invernan a lo largo de las costas de este subcontinente, hasta los Golfos de Méjico y California.
Esta subpoblación presenta muy pocos efectivos, calculados entre 700 y 1300 parejas en época de cría, y unas 5.000-6.000 aves en invernada. La diferencia entre ambas cifras estriba en que en invierno también llegan unas cuantas aves del NE de Canadá. Por si fuera poco, se calcula que la población ha sufrido una fuerte regresión en estos últimos años, superior al 20%, lo que ha llevado a declararla amenazada bajo la calificación de Vulnerable.
En las costas ibéricas invernan muy pocos colimbos grandes, muy probablemente menos de 100 aves. Llegan sobre todo a partir de noviembre y se distribuyen por mar abierto, penetrando algunos en ríos y ensenadas. Dada la delicada situación en la que se encuentra se hace importantísimo que cada ejemplar sobreviva al invierno y pueda contribuir a la recuperación de esta emblemática especie.