Hasta el momento, Canadá, Marruecos, los Estados Unidos y México se han inscrito ante la FIFA para tratar de quedarse con las sedes de los Mundiales de 2026 o 2030, año en el que se celebrará el centenario de la Copa del Mundo.
Recordemos que Colombia debió haber organizado el Mundial de 1986, que finalmente se disputó en México y obtuvo Argentina. El 27 de octubre de 1982 el entonces presidente colombiano Belisario Betancur le notificó al presidente de la FIFA, Joao Havelange, que el país renunciaba a su derecho, que le había sido otorgado en 1974, a la vez que aseguró que en su país tienen muchas cosas que hacer “y no hay tiempo para atender las extravagancias de la FIFA y sus socios”.
Alfonso Senior, fundador del club Millonarios y quien consiguió la sede del Mundial del 86, murió recordándoles a los nuevos dirigentes del fútbol colombiano que Colombia más que haber renunciado había postergado su derecho a ser sede.
Por este motivo es que el ex alcalde de Cali y actual senador Jorge Ospina le pidió al presidente Juan Manuel Santos que reclame la organización del evento, que según él sería fundamental para el posconflicto con los grupos guerrilleros, según publica la revista Semana.
Ospina cree que recuperar la sede de la Copa del Mundo le permitiría al Estado colombiano trabajar en términos de movilidad, sustenibilidad ambiental, infraestructura y un desarrollo integral en materia turística en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena, Barranquilla, Ibagué, Pasto, San Andrés, Villavicencio y Santa Marta, entre otras.
“El llamado es para que el presidente Santos, en persona, adelante una ofensiva diplomática contra la FIFA. La actuación de la selección en Brasil fue histórica, y ahí se demostró el amor que los colombianos tenemos por el fútbol. Organizar el Mundial dejará en cada una de las ciudades sedes una autopista para el desarrollo, desde una perspectiva de inclusión y participación”, afirmó el integrante del partido Alianza Verde.
Para Ospina, organizar una Copa del Mundo, ya no es para Colombia tan difícil como lo era durante la década del 80. Él cree que se puede salir adelante llevando a cabo un trabajo conjunto entre los sectores público y privado.
“La meta es superar la pobreza, generar empleo y consolidar la paz a través del deporte, en este caso, a través del fútbol. Como senador, asumo esta bandera, e invito al presidente Juan Manuel Santos a que adelante una lectura de esta propuesta con responsabilidad y visión de futuro”, señaló el senador.