Los féretros llegan al pueblo desde Barranquilla, donde se llevó a cabo la identificación de los restos.
El municipio de cerca de 90.000 habitantes vive, desde el pasado 18 de mayo, un luto colectivo por la tragedia que se abatió sobre el pueblo cuando el viejo autobús con más de medio centenar de personas a bordo, de las cuales 50 eran niños de corta edad, se incendió en el barrio Altamira cuando regresaba con los menores de un servicio religioso dominical.
En cuestión de minutos, el fuego consumió el autobús ante la impotencia de numerosos vecinos que intentaron apagar las llamas se llevaron las vidas de 31 pequeños, mientras que 20 más quedaron heridos, dos de los cuales fallecieron en los últimos días en un hospital de Barranquilla por la gravedad de sus heridas.
Este miércoles se cerrará un capítulo de esa tragedia cuando la mayoría de los féretros llegue al pueblo procedentes de la ciudad de Barranquilla, donde se efectuó la identificación de los restos.
A lo largo de los 200 kilómetros entre Barranquilla y Fundación, ciudadanos de las zona bananeras de Guamachito y Tucurinca, entre otros, han expresado voces de apoyo a los familiares que van con sus niños en el doloroso entierro este miércoles.
Después de un homenaje de todo el pueblo, serán sepultados en un cementerio que Fundación no ha estrenado y que ya fue bautizado con el nombre de "Parque Cementerio Ángeles de Luz", dijo Luz Stella Durán, alcaldesa de este municipio.
"Aquí se quedan 28, dos se quedan en Santa Marta, uno en Barranquilla y otro va para Venezuela", explicó la alcaldesa.
Según Durán, desde el lunes, un equipo de sicólogos atiende a las familias de los niños para prepararlos ante la llegada de los féretros.
"Va a ser un choque cuando ellos vean esos féretros", manifestó la alcaldesa, quien explicó que este martes los parientes de los niños fueron llevados al nuevo parque cementerio, que fue construido recientemente a unos 10 minutos en carro de Fundación.
Según Durán, la visita al cementerio fue para enseñarles "una forma diferente de ver la muerte".
"Este cementerio es como un parque con jardines, entonces ellos (los padres) decidieron que mejor era enterrarlos aquí porque pueden traer a sus otros hijos los fines de semana sin que se asusten", dijo.
Una comisión partirá este miércoles temprano de Fundación hacia Barranquilla para recibir los féretros y, una vez lleguen, "se va a hacer todo: la velación, el rito religioso y luego la sepultura", explicó la alcaldesa.
Está previsto que al acto religioso asista el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, por lo cual Fundación está vigilada por decenas de agentes de seguridad y miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía, para prevenir que el dolor de la multitud y el clamor por justicia se pueda convertir en desorden popular.
"Hoy lloramos por ellos, pero mañana nos gozaremos juntos en el cielo", dice un cartel colgado en frente de una casa, al lado de otros con mensajes como: "Estamos de luto por nuestros niños. Se fueron de nuestras vidas, pero viven en nuestros corazones", que resumen el sentimiento que embarga a los habitantes de Fundación.
La Fiscalía formuló cargos por homicidio y lesiones personales al conductor del autobús, Jaime Gutiérrez Ospina, y a Salvador Ibarra, quien forma parte de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia y, supuestamente, fue el encargado de contratar el vehículo.
Entre las irregularidades encontradas, están que el autobús carecía de licencia de operación desde hace dos años, el exceso de pasajeros y la maniobra imprudente del conductor, quien, al parecer, intentó solucionar un problema de encendido del motor vertiendo gasolina en el carburador, lo que puso haber desencadenado el incendio y la tragedia que ha enlutado a Fundación y a Colombia.