Es sabido que el cine es imágenes, y que uno se enamora de ellas y de los elementos que las conforman. A veces es el encuadre de un paisaje, un decorado (como en las cintas de Almodóvar), otras veces es un actor o una actriz, su belleza, cualquier gesto o actitud. Cuando eso pasa, sucumbes y terminas pagando tu entrada al cine no para ver “una película”, si no para ver a tal actor, actriz o decorado. Ya saben… los cinéfilos son gente loca, con manías, enamorados solos de desconocidos, o mas bien de sus imágenes o personajes.
Es fácil enamorarse de las estrellas femeninas de los films de Luc Besson, a quien le gustan las mujeres agresivas y cargadas de deseos de venganza. Eso si, que midan dos metros, tengan buenas piernas y unos cuerpos tallados como modelos.
La película dirigida por Olivier Megaton recuerda mucho a Nikita, la cinta de 1990 de Besson, quien aquí sólo escribe. La trama, a pesar de no ser original, convence, te arropa el tiempo que dura el film. Eso quizás se deba a la actriz de origen dominicano Zoe Saldana, o tal vez es que el cine de acción ha vuelto, como tenia tiempo que no lo hacia, pues la cinta entretiene al mejor estilo de las viejas películas de J.C. Van Damme, cuyos elementos llenaban las expectativas: balas, amor, sexo, crisis, violencia, cuerpos perfectos y resolución feliz. Esta los tiene todos, y tiene el mérito que siendo obvia (sabes lo que va a pasar) te alarma, te imprime cierto grado de excitación filmica.
Saldana es elegante y bella, tanto como para enamorar a la cámara, en el film que tiene una fotografía que anima (es de lo mejor en la cinta) donde a cada detalle parece que les tomaran su mejor ángulo, como a la actriz protagonista, que corre semi desnuda en muchas escenas, mostrando un cuerpo envidiable.
Lo peor: la pregunta impertinente que nos viene a la cabeza, mientras vemos la película, ¿Qué hace Jordi Mollá aquí? El actor español, parece que necesita mucho el dinero o ya no tiene proyectos interesantes, como los que hacen sus compatriotas: Bardem y Penélope Cruz. Desde Bad Boys II, va la industria lejos de su país, a hacer roles de latino delincuente. Su caracterización se repite sin novedad.
Lo mejor: El inicio, se toman la molestia de explicar largamente como comenzó todo y Zoe Saldana, quien casi parece Angelina Jolie en Salt.
Calificación 8/10