Colombo, new en Bilbao

Por Theblackcity @Theblackcity
No hace ni una semana que fui a comer al nuevo restaurante en Bilbao: Colombo. Situado en Rodriguez Arias, en pleno corazón bilbaíno, donde poco a poco locales míticos como el de azulejos en el que ahora está Colombo, se van transformando. 
Mis padres, conocedores del gasto que supone dar de comer al blog, decidieron invitarme a este nuevo restaurante "para que tengas un nuevo post que escribir". Pues nada, dicho y hecho: llegamos a las tres, y de repente, me teletransporté a Casa Momo (Madrid), esa decoración tan particular, de ese decorador tan de moda que está llegando a confundirme de tal manera, que al salir acabé preguntando a la encargada si se trataba de una franquicia o de un restaurante de un particular. Eso, y que uno de los encargados estuvo antes en "La Mary" y en "Miu" (es lo que tiene Bilbao, que nos conocemos todos) "No, no es una franquicia, lo que pasa es que el diseñador ha hecho ya varios restaurantes parecidos". KLING KLING KLIIIINNGG PREEEEMIOOOO fue decir "no es franquicia" y mi opinión cambió radicalmente. 
Pero empecemos por el principio: tras 22 minutos (de reloj) acabamos haciendo gestos a uno de los tres camareros de nuestra zona, para que al menos nos tomara nota. Vino un chico bastante serio, con delantal azul: para compartir, ensalada de salmón marinado y croquetas de jamón (las había de queso). Nos sirvieron la ensalada, la cual me sorprendió muy gratamente, ya que el porcentaje de salmón era muy superior al de la lechuga. Unos trozos cortados a cuchillo de un salmón con un suave marinado que nos encantó a los tres. Mientras, veíamos cómo el camarero no se aclaraba con las croquetas, cómo se las servia a una mesa que no era, cómo volvía a la cocina, salía, la encargada que lo mismo, y nosotros, ya preguntando, si después de 42 minutos llegarían las dichosas croquetas. Y llegaron. Con el pan. Unas bolitas calientes, irregulares, que desde luego no parecían precocinadas. 
-"Pues la mia sabe a queso"-"A ver papá/aita, ¿cómo te va a saber a queso si las hemos pedido de jamón?"-"Pues esta te digo yo que es de queso"
Probé otra, y efectivamente, nos habían mezclado las croquetas, queso y jamón, que mi padre de paladar anda muy bien. Oye, que todos los cambios sean así, ¿eh? yo encantada, así probé los dos sabores. Por cierto, deliciosos. Pero 42 minutos para el pan y las croquetas, #toomuch.
Casi seguido, nos sirvieron los segundos platos: pulpo a la brasa con mojo verde para mi madre y para mi, y bacalao a baja temperatura para mi padre, que desde que lo probó en "Andra Mari" es ver las palabras "baja temperatura" y pedir sin dudar. La verdad es que estaba bueno, para mi gusto una tajada un pelín delgada, pero vaya, para gustos los colores. De cocción y de sabor, muy agradable, y la salsa romesco venía que ni pintado al plato. Sin embargo, el pulpo estaba... cómo decirlo, demasiado poco cocido. Ojo, a servidora le gusta más bien tieso, que tengas que masticarlo, pero vaya, éste se hizo un poco pesado, un par de minutos más, y hubiese estado perfecto. Una pena, eso si, nada que no se arregle con esos dos minutos. 
Iba bien la comida, el sitio nos encantó, y nos pasamos toda la comida analizando cada rincón, cada silla, y cada mesa, todas ellas distintas. Teníamos ganas de terminar la comida con algo dulce, pedimos dos postres para compartir, por un lado un lemon pie a su modo, y también la torrija. Que después de la de Josemi de "Aizian" es como pedir kalimotxo después de un gran reserva, un delito. Pero nos va la marcha, y decidimos darle una oportunidad que pasó por los pelos. No sé, creo que a pesar de los 42 minutos del comienzo, que ya fueron excesivos, los postres fueron el verdadero reflejo de las carencias en el servicio: el helado de ambos postres vino totalmente deshecho, sopa. Pero sopa, sopa, sopa. Me gustó mucho la acidez y ese punto crujiente de la galleta del lemon pie, pero desde luego la presentación daba penita. 
Con los postres, pedimos la cuenta, y al ver que otra vez nos dejaban en el olvido, al de cuarto de hora, decidimos levantarnos de la mesa e ir en busca de la encargada, para que nos cobrase. 
-"Perdona, ¿sois franquicia?"-"No, qué va! Solo tenemos este restaurante, por el momento, hemos abierto el viernes (6 de junio)"-"Nos ha recordado a Casa Mono en Madrid"-"No, no es una franquicia, lo que pasa es que el diseñador ha hecho ya varios restaurantes parecidos"
Pues, lo que os decía al principio. De haber sido otro tipo de negocio, la crónica hubiese sido muy distinta. 
COLOMBOwww.colombobilbao.comC/Rodriguez Arias, 32. Bilbao 
Mira, la cosa está chunga: en comercio, en pymes, autónomos, y evidentemente también en hosteleria. Colombo me ha parecido una apuesta fuerte, no sé quién está detrás, pero el no ser una franquicia, me hace pensar que hay alguien que quiere dar otro aire a Bilbao, ese Bilbao cosmopolita, moderno, cultural. La comida está bien, correcto, a un buen precio en el centro de la villa, donde lo mismo puedes ir con tus padres y comer tan a gusto, que llevar a tu chico/chica a comer una hamburguesa, o incluso ir con amigos y cenar a base de picoteo. 
Entiendo que llevan una semana y media, y que les queda recorrido, evidentemente, en mi experiencia, hubo fallos, sobre todo en el servicio (la comida llegaba caliente y bien presentada, a excepción de los postres, que puede ser que esos platos estuviesen esperando al camarero, ahi, abandonaditos en la cocina). Cosas que se me ocurren, y que no cuestan: una sonrisa de los camareros, chico, que llevais una semana ¡y parece que trabajáis en la mina! Sé que cuesta, lo sé, yo también trabajo de cara al publico, y muuuchas horas, pero de verdad, con una sonrisa se perdona todo; una persona QUIETA en la entrada, con esa recepción tan chula que tiene Colombo, ¿¿y nadie al frente??; más camareros, aquí seguro que muchos me dirán "¡con lo que cuesta! ¡si están empezando!". Por eso mismo: pon más servicio, al menos los primeros meses, que la gente quede contenta, satisfecha, bien servida, y aunque esos meses no ganes ni un duro (es más, perderás pasta), lograrás asentarte, lograrás que la gente que ha ido a conocerte quiera volver, que lo cuente a sus 152 amigos de facebook, a sus 578 seguidores de twitter, o escriba un post como yo a sus a-saber-cuantos-lectores. Y hasta aquí mi chapa de marketing y gestión de clientes :D #graciasporleer 
Ánimo, que como decía, la cosa está chunga, pero es cuestión de trabajo y de hacer las cosas bien. 
Por 28€ cada uno, Iva, agua y dos copas de vino blanco incluidos. 

Esto es una ensalada de salmón como deme ser!


En busca de la croqueta perdida


Bacalao


Pulpo "al dente"


Lo dicho: si vas a servir un postre con helado, ¡sírvelo rápido!


La torrija con ¿helado?