El viernes en ISEM estuvimos de coloquio con el modisto Lorenzo Caprile. Conversaciones distendidas de ida y vuelta, en las que hablamos de su trabajo y su taller para poder conocerlo más a fondo. Le gusta trabajar en equipo, de una manera muy anárquica y horizontal, por eso tiene un taller conformado por al menos diez miembros de manera constante.
El proceso de un vestido suele ser sencillo, primero la cita con la clienta donde desarrollan las primeras ideas, el tipo de evento, el lugar y los gustos personales entre otras. Seguido se le presentan los tuales y telas, para ir pensando las primeras lineas, corte imperio, talle bajo… para después de tener un primer boceto claro tomar las medidas. Antes de finalizar el vestido se hacen unas cuatro o cinco pruebas en las que se va adaptando el modelo al cuerpo, van dando los últimos remates y detalles hasta estar terminado por completo.
Admira estudiar a Coco Chanel, puesto que vestimos como vestimos gracias a ella, también a Charles James, de él nos quedaron los volúmenes, las formas y espectaculares estructuras, sin olvidarse de los grandes Yves Saint Laurent, Valentino, Oscar de la Renta o Húngaro, porque todos ellos cuidan las líneas de una mujer muy femenina.
Por último recomendar su libro, recién salido del horno y que yo ya tengo ganas de leer, para aprender más de él, Overdressed.