Les voy a relatar un acontecimiento completamente inexplicable que me sucedió ayer: Iba a realizar algunas compras al supermercado "Don Eloy", como es costumbre durante el sábado nos aprovisionamos de aquello que vamos a comer durante la semana. Decidí ir en la mañana temprano, salí de casa y en cuestión de 15 minutos llegue al estacionamiento del lugar, deje mi automóvil bien asegurado y camine unos diez pasos y fue cuando note que algo no andaba del todo bien: En algún punto de mi trayecto entre mí automóvil y la puerta del "Don Eloy" debí haber cruzado un umbral que me transporto a un universo paralelo, exactamente idéntico en todo al nuestro. Todo era igual, no era como estos universos paralelos en donde hay una cosa particularmente diferente de nuestro mundo. La única disparidad era precisamente esa: que es otro universo.
- Lo que indicas es bastante grave - interrumpió Arturo.
- Ciertamente lo es - dijo Camilo - ¿y cómo hiciste para regresar a nuestro universo?
- No hice absolutamente NADA, así como de repente aparecí en un universo copia, así de rápido volví a aparecer en el propio universo, simplemente continúe mi propósito del día, hice las compras que requería en el supermercado - dije como para retomar el hilo de mí emocionado discurso
- Teorizo que probablemente haya más de una copia de nuestro universo, posiblemente sea un numero infinito de universos en donde sucede exactamente lo que aquí ocurre, átomo a átomo - puntualizo Arturo, poniendo cara un tanto ensimismada.
- Pues si eso es así, debe haber un numero infinitos de universos que no tienen nada que ver con el nuestro, que no son derivados, ni versiones de este - agrego Camilo (que a la vez es estudiante universitario).
- De eso no estoy tan segura - dijo Amelia que se había mantenido callada todo el rato - No existe evidencia alguna de que hayan "otros" universos, quizás solo exista precisamente este el que vivimos y si remotamente hubiera muchos otros no tendrían porque ser infinitos, a saber NADA es infinito, ya que ese concepto es tan solo una abstracción meramente humana.
- Pero yo estuve allí en ese Universo Prima - reitere un poco herido - quizás solo por unos cuantos segundos, pero puedo asegurar que existe y es posible viajar entre ellos.
- No lo sé - volvió a puntualizar Amelia - quizás nunca saliste del nuestro e imaginaste estar en otro.
- O probablemente nunca pudiste regresar a tu Universo y quedaste atrapado en la copia - apunto maliciosamente Camilo - si son idénticos en todo no hay manera alguna de que puedas apreciar la diferencia entre los dos, quizás ya has estado entrando y saliendo muchas otras veces sin darte cuenta de haber cruzado los umbrales entre universos.
- De ser así vamos a tener que idear un método que pueda detectar con precisión que estamos en nuestro universo y no en uno paralelo de similares características - agrego con tono severo Arturo - ya que lo que has narrado también debe estar pasándole a cualquiera de nosotros.
- No te hagas ilusiones querido - replico un poco enojada Amelia - si el cruce fuera espontáneo y sin control, ¿cómo es que no hemos caído en uno algo diferente al nuestro ?
- Tienes razón - contestamos casi al mismo tiempo todos los demás.