Para quienes buscan tapar sus canas o darle al pelo un tono natural, las tinturas vegetales son la nueva moda. Y no estamos hablando solo del conocido henna, hay más opciones.
La coloración natural no se usa amoníaco, agua oxigenada, colorantes artificiales o ppd. El color se consigue en base a plantas trituradas, frutas y raíces. No hay ningún otro componente químico sintético.
Este tipo de coloración actúa a nivel cuticular y crea una película que se adhiere a la keratina del pelo. Puede oscurecer, tapar canas, aportar un leve matiz o simplemente un brillo único. Al no usar amoníaco, no aclaran el cabello. Pero mientras que las tinturas comerciales cubren un 70%, según la mezcla de plantas que se elija se puede llegar a cubrir en este caso un 80 a 90%. La tintura capilar más conocida es el henna (lawsona), pero también existen otras realizadas con plantas, raíces o frutas: Amla, cassia, hibisco, cúrcuma (jengibre), índigo, nogal, manzanilla, linaza entre otros. El neem y el brahmi, por ejemplo, también aportan volumen y fuerza al cuero cabelludo. También pueden generar un efecto peeling en el cuero cabelludo que mejora el metabolismo capilar, evitar el exceso de sebo o caspa.