Si hay un producto por el que siento pasión por su excelentísima relación calidad/precio, son los coloretes de The Balm. Poquito a poco me voy haciendo con algunos de ellos y al paso que voy creo que algún día tendré toda la colección. Sin duda alguna se han convertido en mis coloretes favoritos del mercado, por su excelente pigmentación, su duración, sus ingredientes, no son nada polvorientos, contienen una cantidad generosa de producto... en fin, sólo puedo decir cosas buenas sobre ellos y hasta la fecha, no me ha defraudado ninguno.Hoy voy a hablaros de mi última adquisición, el colorete Cabana Boy. Me decidí por este colorete principalmente por su versatilidad. Podría decirse que este colorete es universal, favorecedor para todo tipo de rostros y tonos de piel. Esta versatilidad se debe principalmente a su tono, es un color rosa envejecido, bastante intenso pero modulable y al mismo tiempo es metalizado. Este colorete tiene un subtono frío, por lo que quedará mejor con labiales con el mismo subtono y se puede utilizar en multitud de looks. No lo recomiendo para looks con sombras metalizadas, en mi opinión el resultado sería demasiado metalizado. Mejor utilizarlo con sombras neutras o sombras cálidas. En cuanto a su packaging, sigue la estética de la marca, envase de cartón, con funda exterior del mismo material, contiene 8.5g de producto, lo cual está más que bien y su precio ronda los 16€, un precio fantástico teniendo en cuenta su calidad. PPersonalmente adoro los packagings de The Balm, todo lo retro y vintage me vuelve loca y me encanta. Al abrir la cajita nos encontramos con el colorete y un espejito monísimo. Aún así, no me gusta llevar estos coloretes en el bolso por su packaging de cartón que se puede aplastar o mojar en un día de lluvia. Es la única pega que le encuentro. Aunque en la foto de arriba parece que sea un colorete mate, si lo vemos de cerca se aprecia que tiene un montón de brillitos en purpurina súper fina. Para nada es un colorete purpurinoso, sino más bien luminoso que tornasola a dorado de forma muy sutil. Su pigmentación es de media a alta modulable, me gusta muchísimo la facilidad con que se trabaja en el rostro y es muy sencillo conseguir el efecto deseado sin pasarse. Como os he dicho al principio, es un colorete rabiosamente favorecedor para todo tipo de rostros, en piel madura os recomiendo aplicarlo de forma sutil, ya que los toques metalizados pueden pronunciar las arrugas si intensificamos el color en las mejillas. En mi opinión, es un colorete precioso y personalmente uno de mis favoritos de The Balm. Mi nota para este producto es un 10/10 y no se merece menos porque es perfecto. En cuanto a sus ingredientes, tampoco nada malo que decir, todo lo contrario. Del mismo modo que todos los coloretes de la marca, no contiene talco y para mí, este es un aspecto súper positivo y de las pocas marcas que no contienen talco en su fórmula de coloretes. Tampoco contiene siliconas, ni parabenos, ni ningún tipo de conservantes. Su duración es excelente y no maltrata la piel, todo lo contrario, por lo que es ideal para jornadas de trabajo, en la que el maquillaje estará en nuestro rostro muchas horas. Otro gran punto a su favor y por lo que también merece un 10 es que también se puede utilizar como sombra de ojos y también queda precioso como tal. Este otoño están de moda los bronceadores y coloretes metalizados, así que para esta época del año es ideal. Os recomiendo mucho que os hagáis con varios coloretes de la marca, no os arrepentiréis. Personalmente os recomiendo los Balm Instain, da igual el tono que escojáis, son otro gran producto de la marca, e incluso la paleta How 'bout them apples de la que os hablé aquí, otro producto 2 en 1 (labial y colorete) todo en uno en una paleta con 6 tonalidades diferentes. ¿Qué os parecen estos coloretes? ¿Cuáles son vuestros coloretes favoritos de The Balm? ESTA ENTRADA HA SIDO PATROCINADA POR FAPEX.ES