.*JUAN MARTORANO
Para el momento en que escribimos estas líneas, restan 7 días para las elecciones presidenciales en la República Bolivariana de Venezuela. Es decir, el domingo de la próxima semana, las venezolanas y los venezolanos tendremos una cita con la historia.
Me siento contento porque producto de la alerta lanzada en estos días ante una posible maniobra por parte de los opositores, ni Edmundo ni Márquez declinaron sus candidaturas. Ese era eñ objetivo de develar su estrategia, de que la misma no se concretara, en un escenario complejo en estas elecciones el cual espero poder referirme antes de la finalización de la campaña electoral, el próximo jueves 25 de julio, que coincide, además con los 457 años de la ciudad de Caracas.
Y un día antes, se conmemorará los 241 años del natalicio del Padre de la Patria Grande, Simón José Antono de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte.
Y el día que estemos instalando las mesas, el 26 de julio, estaremos conmemorando los 71 años del asalto a los cuarteles Moncada y Manuel Céspedes. El equivalente en Cuba al 4 de febrero de 1992 en Venezuela. En Cuba liderado por el gran timonel, Fidel Castro Ruz y acá en Venezuela por el inolvidable Comandante Hugo Chávez Frías.
La historia estárá presente y revoloteando por estos días por allí.
Pero, hoy queremos referirnos a nuevos aportes que nuestro informante en le pérfida Albión nos ha hecho llegar y queremos pasar de seguidas a sus comentarios, a continuación.
Desde 1999 Guyana tomo la decisión de alinearse con la ExxonMobil y el gobierno gringo para tratar de salir de la pobreza paupérrima en la cual vivían sus ciudadanos. El gobierno guyanés fue poco a poco empujado a través del poder financiero de la empresa multinacional petrolera (privada) más grande del mundo. La empresa sospechaba que en la costa atlántica de Suramérica pudiera haber los yacimientos de hidrocarburos muy similares a las cuencas y reservas encontradas en la costa Occidental de África.
Los geólogos e ingenieros de la empresa tenían razón y a partir de ahí empezaron los contactos políticos para convencer al gobierno de que les dieran una licencia de exploración en aguas guyanesas y estas en disputa con Venezuela. La historia a partir de ahí es conocida, los trabajos de exploración dieron muy buenos resultados y después de una inversión de más de 9 billones de dólares los resultados son públicos y de mucho éxito mayormente para el gobierno de los EEUU y la empresa.
El contrato fue negociado por el gobierno anterior, es decir este del AFC que antes del actual gobierno fue liderado por el ex-militar el General Granger. De hecho durante las últimas elecciones la ExxonMobil estaba del lado del AFC y su candidato el General Granger sin embargo después de muchos problemas durante las elecciones decidieron cambiar de bando y apoyar al PPP y su candidato el actual presidente Irfaan Ali. El contrato entre el consorcio liderizado por la ExxonMobil y el gobierno guyanés fue firmado en las oficinas de la empresa en Texas, EEUU por el ministro de energía guyanés de esa época el señor Raphael Trotman que firmo en el 2016 el acuerdo de producción (PSA por sus siglas en ingles) que desfavorece al pueblo guyanés en favor de la ExxonMobil. El mismo Trotman en su reciente libro (From Destinyto Prosperity por su título en inglés) ha tenido el descaro de defender el acuerdo comercial y decir que si el actual gobierno decidiera tratar de renegociar ese acuerdo para obtener mejores condiciones él estaría de acuerdo. Una vez empezó a llegar el dinero en el 2021 la toma de posesión del gobierno, sus instituciones y empresas comenzó con premura, todo tipo de buitres descendieron sobre Georgetown para cobrarle al gobierno guyanés el soporte político y la inversión hecha por sus gobiernos y empresas, los gringos, canadienses, europeos y británicos.
El despojo de la industria guyanesa
Guyana era un país cuya economía era basada en la exportación de productos agrícolas tales como plátanos, caña de azúcar, arroz y madera, a partir del 2021 su principal producto de exportaciones es petróleo el cual actualmente tiene una producción de 650 mil barriles diarios aproximadamente. También era exportador de bauxita, oro y otros minerales en pequeñas cantidades. El gobierno guyanés ha concedido contratos a empresas de ingeniería pesada para los proyectos de infraestructura como puentes, plantas de generación eléctrica y muchos otros ya que no posee la pericia ni la capacidad financiera. La diáspora guyanesa basada en New York, EEUU no tiene tampoco la capacidad de inversión para desarrollar estos proyectos así que todas las regulaciones de construcción, tecnologías de comunicaciones etc. son controladas por empresas extranjeras. Como ejemplo tenemos 2 de los más grandes proyectos de infraestructura como lo son la construcción del puerto de aguas profundas cuyo contrato fue dado a la canadiense CGX y el proyecto de uso de gas para la generación de electricidad utilizando el gas producido en la producción de hidrocarburos en los campos de Liza I, Liza II y Payara operados por la ExxonMobil. Al ciudadano guyanés y a los pequeños empresarios le quedaron las migajas de las obras civiles tales como acueductos, carreteras y mejoras de esta infraestructura.
Los cambios introducidos en la sociedad guyanesa
La sociedad guyanesa es una sociedad compleja a pesar de que la población no llega a 1 millón de habitantes en todo el país. En principio siempre ha estado dividida en términos de raza y de religión. El gobierno anterior este del AFC liderado por el general Granger era de origen africano y alineado con la población negra con raíces religiosas, en torno a la variedad de religiones introducidas por los británicos durante su colonización. También hay una porción significativa que es de origen asiático (Hindú, Pakistaní), es musulmana y está representada por el partido político el PPP hoy en día en el gobierno y liderado por el presidente Irfaan Ali.
Los cambios más recientes son estos que se están sucediendo como resultado de la bonanza económica que ha empezado a vivir el país, esto significa un flujo de corrientes de negocios, educativas, religiosas e industriales que están penetrando esta sociedad. Un ejemplo importante es este del sector educativo donde el gobierno está motivando la “actualización y modernización” de su sistema educativo a todos los niveles, aun los equipos de deportes están patrocinados por marcas extranjeras y aun la ExxonMobil es patrocinadora de equipos y eventos deportivos. Esta actualización y modernización de sus programas educativos implica asociarse con universidades y organizaciones extranjeras que “ayudarían” a las entidades gubernamentales a sacar a Guyana según ellos de las condiciones paupérrimas en que se encontraban.
Universidades, institutos y asociaciones profesionales gringas, canadienses y británicas son los primeros candidatos por razones obvias (El idioma) y ya están activamente trabajando con los guyaneses. Los sistemas judiciales y electorales están siendo revisados y adecuados a las practicas modernas impulsados estos cambios por los gobiernos anglosajones y la comunidad europea que han entendido el potencial económico de Guyana. Este es más importante en estos tiempos donde están siendo derrotados, sus economías destruidas por la guerra en Ucrania y el nacimiento de un mundo multipolar al cual se oponen de acuerdo con el mandato de los gringos.
A medida que las condiciones financieras de la población mejoran el consumismo se incrementa de una manera importante a través de las empresas e instituciones extranjeras que convierten sus productos y servicios (Protegidos por la propiedad intelectual) en referencias para los consumidores.
Los conflictos políticos y la corrupción
Este escenario que parece ideal para Guyana tiene grandes limitaciones, la primera es que se repite el esquema del esclavo siguiendo al amo, no importa que sea el siglo 21 en Guyana, obedece porque la sobrevivencia política depende de lo que digan la ExxonMobil y el departamento de estado gringo.
Una población pobre y pobremente educada es un candidato ideal para reiniciar sus costumbres, cambiar sus valores y olvidar su historia. Estas sociedades caribeñas han sobrevivido despojos y en particular estos impuestos a nivel local por sus ciudadanos (en este caso guyaneses), son sociedades de base jerárquicas tanto el lado de herencia africana como el musulmán y por lo tanto siempre tienen patrón. Recientemente el periódico guyanés Guyana Chronicle (Ambos periódicos son muy afines al gobierno) publicó un artículo donde develan un conflicto de intereses entre la ExxonMobil y el partido político AFC que hoy en día es la oposición al gobierno. El vicepresidente Bharrat Jagdeo que también es el secretario general del partido de gobierno el PPP critico abiertamente a la ExxonMobil y declaro que no dejaría a la empresa hacérselos locos con respecto a este conflicto de intereses.
Los medios guyaneses también le preguntaron al gerente de la empresa en Guyana con respecto a porque la empresa retenía los servicios de una firma de abogados guyaneses en la cual el líder opositor Nigel Hughes era socio y además líder del partido AFC. Alistair Routledge el gerente respondió que la ExxonMobil cumple con las leyes y regulaciones guyanesas y no pensaban que hubiese un conflicto de intereses. Dijo el vicepresidente Jagdeo que la empresa no podía ser juez y jurado con respecto al conflicto de intereses y agrego que el gobierno tomaba este tipo de conflictos muy en serio, lo cual en jerga política es una amenaza velada. Recientemente han surgido demandas ante la corte suprema de justicia en las cuales el ciudadano Ramon Gaskin cuestiono una sentencia local con respecto a las operaciones del consorcio liderado por la ExxonMobil y la empresa fue defendida por el bufete de abogados que incluía al señor Hughes.
Análisis
Guyana es un ejemplo típico del siglo 21 cuando los partidos políticos de un país renuncian a su soberanía y les conceden a los gringos el poder de cambiar su sociedad y sistema de vida a cambio del sueño americano. El caso nuestro en Venezuela en los tiempos de Gómez cuando el país se abrió a la explotación petrolera fue similar solo que las condiciones y mentalidad del venezolano eran otras, nosotros somos hijos de libertadores, los guyaneses son descendientes de los esclavos traídos por los británicos para poblar las islas del Caribe lo que se conoce hoy como la Commonwealth (Por su nombre en inglés). Este proceso nos permite reflexionar un poco ya que parte de esa población y sociedad será parte de nuestro nuevo estado Guayana Esequiba, tenemos que:
- La división de raza y religión de la sociedad guyanesa no es nueva y en estos momentos tienen el poder político los musulmanes a través del PPP. Este proceso de cambio se ha acelerado desde el 2016 cuando el gobierno firmó el contrato con la ExxonMobil, nada sucedió aceleradamente hasta que aparecieron los reales en el 2021 y el proceso tomo un ritmo de huracán el cual sigue en estos momentos
- Hay varias razones para la desesperación del gobierno guyanés en implementar cambios y es que si no le prueba al ciudadano guyanés que ha habido beneficios de alinearse con el sueño americano, la población empezara a buscar alternativas para las próximas elecciones que son el 25 de Marzo del 2025.
- La adopción de un modelo social a lo gringo es que primero es importado e impuesto sobre ciudadanos que son culturalmente muy diferentes y por lo tanto el proceso de implantar el sueño americano en Guyana se está tratando de hacer con reales solamente. No podemos olvidar que Guyana fue por mucho tiempo un país comunista y ahora dio la vuelta completa con tal de salir de la pobreza paupérrima que sufrió por tanto tiempo
- El conflicto de intereses de la ExxonMobil no es nuevo y el PPP sabía desde hace tiempo que el bufete de abogados del señor Hughes representaba a la empresa desde hace casi una década, y nunca dijeron nada. Sin embargo llego la hora de amedrentar a la empresa y el gobierno hace esta alharaca publica por razones conocidas.
- El PPP acusa al gobierno del AFC de haber dejado que la ExxonMobil desarrollara las condiciones contractuales para otorgar las concesiones petroleras como lo reporto la empresa Clyde & Co. en su reporte en el 2015. Este reporte menciono al empleado de la empresa Brooke Harris que diseño el documento con la posición que debía adoptar el gobierno guyanés en la renegociación del contrato con la ExxonMobil, esto se sabía.
- Este tipo de corrupción fue mencionada en un reporte de la ONG Global Witness el cual en el 2020 indico que la relación entre el ministro de energía del gobierno de Granger (Trotman), el representante del bufete de abogados de la ExxonMobil (Hughes) que a su vez era el líder del partido del gobierno y la empresa deberían ser investigados ya que la evidencia indicaba un conflicto de intereses.
- Esta papa caliente no es la única, está el otorgamiento del contrato a la canadiense CGX Energy para la construcción de un puerto de aguas profundas el cual va retrasado y el gobierno guyanés ya amenazo a la empresa con quitarle las licencias de exploración del bloque Corentyne.
Este tipo de corrupción y juegos políticos no son nuevos pero en Guyana son producto de los acuerdos motivados por la ExxonMobil para obtener las condiciones contractuales más beneficiosas para ellos, el gobierno envió a personal sin experiencia a negociar el contrato más grande firmado en la vida del país. El gobierno bolivariano deber tomar nota del tipo de juegos políticos que enfrentaríamos de negociar con la ExxonMobil y estar preparado para tener la transparencia y defensa de los derechos, soberanía y recursos de nuestro país, también mucho cuidado de cómo se haríala integración de los nuevos ciudadanos de nuestro estado Guyana Esequiba.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tuiteras Socialistas. , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.