¡¡VE BURRO Y SE LE OFRECE VIAJE!!Por Rocío Ayala.En días pasados, la Organización Mundial de la Salud (OMS), digamos, desde el mes pasado y durante mucho tiempo atrás en el cuidado de la salud, se ha encargado de recopilar noticias falsas en torno a un tema en particular, en este caso, sobre el coronavirus. Es así que el término “infodemia” lo acuñó hace tiempo, no es nuevo, no fue específicamente por la pandemia actual y no es como lo señala el mandatario mexicano, una enfermedad peligrosa que atenta contra su gobierno. Sucede que de verdad parece que los asesores del presidente, insisto, lo odian o de plano se divierten cada vez que hacen que su patrón se tropiece. Lo anterior surge, ante el creciente número de reclamos al gobierno federal, por parte de la ciudadanía que exige transparencia en la aplicación de los recursos e insumos en los hospitales de todo el país, y toda la corruptela que le rodea; exhorto que no le vino “como anillo al dedo”, pues según él y sus datos –“vamos bien, no existen problemas de camas y hospitalización –“hay un 23% de ocupación, de lo que disponemos”, y que por ventiladores respiratorios no hay bronca, se han conseguido –“para tener suficiencia”, claro, no dijo que algunos se pagaron a precio de oro al hijo de su gran amigo y colaborador, Manuel Barttlet, quien los vendió al gobierno, a un millón 550 mil pesos cada uno. El descontento de la ciudadanía ha crecido de tal manera, que ya circula en redes sociales, lo que cada sexenio vemos cuando el presidente en turno “llena el costal de piedritas”, es decir, una campaña para firmar una petición para pedirle a López Obrador que renuncie, en efecto nada nuevo, pero, ¿cuál es entonces el miedo si como dice el refrán “el que nada debe, nada teme”? Quizá no sea miedo, sino que al señor de la silla presidencial, no le gusta que le lleven la contraria y todo lo que no le parece, lo toma como una agresión o un atentado directo a “su gobierno”. ¡Ojo con eso!, pues la premisa durante la gestión administrativa como presidente de la República Mexicana, debería ser para el pueblo, hoy por hoy, un valor guajiro de la democracia, pues los favoritos y el favoritismo, es algo que hemos padecido sexenios atrás y ahora, ni ánimas de que se acabe. Pero, como lo suyo, lo suyo no es explicar bien las cosas, se sirvió de su excelencia serenísima, santo oficio de la información pública, priorato de un posible ¿cerco informativo?, hoy inquisidor de la prensa libre, o sea, Jenaro Villamil Rodríguez, Director General del Sistema de Radiodifusión del Estado Mexicano, quien advirtió que las “feik nius” se generan o “aparecen” a partir de nuestros datos personales, y de lo que se consume en redes sociales. Declaración que dejó a más de uno con el ojo cuadrado y la boca abierta.Innegable que las noticias falsas destruyen, y que abundan en las redes sociales, sin embargo aquí hay un problema de fondo que no se está tomando en cuenta.EL MORBO COMO MONEDA DE CAMBIOEfectivamente, los vendedores de morbo, profesionales aduladores de López Obrador como El Chapucero, Campechaneando, Nopal Times y Sin Censura, son quienes se encargan de cacaraquear los lamentos de quien duerme en Palacio Nacional. Cabe recordar que fue el mismo presidente quien durante toda su campaña políticase sirvió de esos sitios y los mal llamados “influencers” y señaló a las plataformas Facebook y Twitter como “benditas redes” y ahora que es a través de éstas que se hacen señalamientos a sus “otros datos” ya no le gusta y ahora son ¿malditas redes?Por lo pronto, retomando las alertas de la OMS sobre la infodemia, con la intervención de Jenaro Villamil, el gobierno señaló a Facebook, Twitter, Google, Amazon y Microsoft, como “ganadores” de esta enfermedad maliciosa contra su gobierno. El posicionamiento es tan contundente que mandatario y funcionario, expusieron los miles de millones que dichas plataformas han incrementado sus ganancias en lo que va de la pandemia, (Facebook 5 mil millones de dólares, Google más de 6 mil millones de dólares y YouTube creció 52% respecto al primer trimestre de 2019); motivo por el cual, López Obrador dijo que solicitará que al menos facebook y twitter transparenten los contratos con sus clientes para saber quién está en su contra y quién atenta contra su proyecto de nación. ¿A sus aduladores también les pedirá transparencia para que dejen ver quién les paga por alabar al gobierno?Ahora bien, según el tabasqueño, las noticias falsas, hacen daño no por su denominación de origen, sino por su rápida transmisión para generar miedo, desconfianza y polarizar en lugar de generar empatía, solidaridad y acción social, algo muy parecido a lo que él hizo tras ganar la presidencia de la república, al dividir a la nación entre “chairos” y “fifís”. No obstante, optimista como siempre, el mandatario consideró que hay una vacuna contra la infodemia al aseverar que México es un pueblo con “menos” analfabetismo político, producto de “la revolución de conciencias de los últimos años”, la gente –“está muy avispada, muy despierta”, le faltó recalcar que eso ha sido posible gracias a las benditas redes sociales de las que hoy reniega. A menos claro, que se refiera al tradicional valemadrismo mexicano, ese que hoy día lo sufre Susanita Distancia, a la que más de uno la manda a la chingada y no es la hacienda en Macuspana. Sea pues, queda preguntarse si esto es el anuncio de un nuevo cerco informativo producto de la 4te, o cómo cuánto costará el berrinchito del presidente, pues no creo que el todopoderoso dueño del feis, Mark Zuckerberg, de su brazo a torcer nomás por tratarse de una persona de la tercera edad. AGUA Y AJOEn calidad de mientras, López Obrador dijo que difundirá hasta el cansancio información sobre la infodemia y Villamil lo secundó diciendo que el gobierno combate a esta peligrosísima enfermedá con programas en la red pública de radio y televisión que se encuentra bajo su coor-di-na-ción, o sea, ¿no quedará de otra que aguantarse y consumir como información, punitivamente todo lo que ellos ordenen y manden?¡Veremos! Dijo un ciego.
¡¡VE BURRO Y SE LE OFRECE VIAJE!!Por Rocío Ayala.En días pasados, la Organización Mundial de la Salud (OMS), digamos, desde el mes pasado y durante mucho tiempo atrás en el cuidado de la salud, se ha encargado de recopilar noticias falsas en torno a un tema en particular, en este caso, sobre el coronavirus. Es así que el término “infodemia” lo acuñó hace tiempo, no es nuevo, no fue específicamente por la pandemia actual y no es como lo señala el mandatario mexicano, una enfermedad peligrosa que atenta contra su gobierno. Sucede que de verdad parece que los asesores del presidente, insisto, lo odian o de plano se divierten cada vez que hacen que su patrón se tropiece. Lo anterior surge, ante el creciente número de reclamos al gobierno federal, por parte de la ciudadanía que exige transparencia en la aplicación de los recursos e insumos en los hospitales de todo el país, y toda la corruptela que le rodea; exhorto que no le vino “como anillo al dedo”, pues según él y sus datos –“vamos bien, no existen problemas de camas y hospitalización –“hay un 23% de ocupación, de lo que disponemos”, y que por ventiladores respiratorios no hay bronca, se han conseguido –“para tener suficiencia”, claro, no dijo que algunos se pagaron a precio de oro al hijo de su gran amigo y colaborador, Manuel Barttlet, quien los vendió al gobierno, a un millón 550 mil pesos cada uno. El descontento de la ciudadanía ha crecido de tal manera, que ya circula en redes sociales, lo que cada sexenio vemos cuando el presidente en turno “llena el costal de piedritas”, es decir, una campaña para firmar una petición para pedirle a López Obrador que renuncie, en efecto nada nuevo, pero, ¿cuál es entonces el miedo si como dice el refrán “el que nada debe, nada teme”? Quizá no sea miedo, sino que al señor de la silla presidencial, no le gusta que le lleven la contraria y todo lo que no le parece, lo toma como una agresión o un atentado directo a “su gobierno”. ¡Ojo con eso!, pues la premisa durante la gestión administrativa como presidente de la República Mexicana, debería ser para el pueblo, hoy por hoy, un valor guajiro de la democracia, pues los favoritos y el favoritismo, es algo que hemos padecido sexenios atrás y ahora, ni ánimas de que se acabe. Pero, como lo suyo, lo suyo no es explicar bien las cosas, se sirvió de su excelencia serenísima, santo oficio de la información pública, priorato de un posible ¿cerco informativo?, hoy inquisidor de la prensa libre, o sea, Jenaro Villamil Rodríguez, Director General del Sistema de Radiodifusión del Estado Mexicano, quien advirtió que las “feik nius” se generan o “aparecen” a partir de nuestros datos personales, y de lo que se consume en redes sociales. Declaración que dejó a más de uno con el ojo cuadrado y la boca abierta.Innegable que las noticias falsas destruyen, y que abundan en las redes sociales, sin embargo aquí hay un problema de fondo que no se está tomando en cuenta.EL MORBO COMO MONEDA DE CAMBIOEfectivamente, los vendedores de morbo, profesionales aduladores de López Obrador como El Chapucero, Campechaneando, Nopal Times y Sin Censura, son quienes se encargan de cacaraquear los lamentos de quien duerme en Palacio Nacional. Cabe recordar que fue el mismo presidente quien durante toda su campaña políticase sirvió de esos sitios y los mal llamados “influencers” y señaló a las plataformas Facebook y Twitter como “benditas redes” y ahora que es a través de éstas que se hacen señalamientos a sus “otros datos” ya no le gusta y ahora son ¿malditas redes?Por lo pronto, retomando las alertas de la OMS sobre la infodemia, con la intervención de Jenaro Villamil, el gobierno señaló a Facebook, Twitter, Google, Amazon y Microsoft, como “ganadores” de esta enfermedad maliciosa contra su gobierno. El posicionamiento es tan contundente que mandatario y funcionario, expusieron los miles de millones que dichas plataformas han incrementado sus ganancias en lo que va de la pandemia, (Facebook 5 mil millones de dólares, Google más de 6 mil millones de dólares y YouTube creció 52% respecto al primer trimestre de 2019); motivo por el cual, López Obrador dijo que solicitará que al menos facebook y twitter transparenten los contratos con sus clientes para saber quién está en su contra y quién atenta contra su proyecto de nación. ¿A sus aduladores también les pedirá transparencia para que dejen ver quién les paga por alabar al gobierno?Ahora bien, según el tabasqueño, las noticias falsas, hacen daño no por su denominación de origen, sino por su rápida transmisión para generar miedo, desconfianza y polarizar en lugar de generar empatía, solidaridad y acción social, algo muy parecido a lo que él hizo tras ganar la presidencia de la república, al dividir a la nación entre “chairos” y “fifís”. No obstante, optimista como siempre, el mandatario consideró que hay una vacuna contra la infodemia al aseverar que México es un pueblo con “menos” analfabetismo político, producto de “la revolución de conciencias de los últimos años”, la gente –“está muy avispada, muy despierta”, le faltó recalcar que eso ha sido posible gracias a las benditas redes sociales de las que hoy reniega. A menos claro, que se refiera al tradicional valemadrismo mexicano, ese que hoy día lo sufre Susanita Distancia, a la que más de uno la manda a la chingada y no es la hacienda en Macuspana. Sea pues, queda preguntarse si esto es el anuncio de un nuevo cerco informativo producto de la 4te, o cómo cuánto costará el berrinchito del presidente, pues no creo que el todopoderoso dueño del feis, Mark Zuckerberg, de su brazo a torcer nomás por tratarse de una persona de la tercera edad. AGUA Y AJOEn calidad de mientras, López Obrador dijo que difundirá hasta el cansancio información sobre la infodemia y Villamil lo secundó diciendo que el gobierno combate a esta peligrosísima enfermedá con programas en la red pública de radio y televisión que se encuentra bajo su coor-di-na-ción, o sea, ¿no quedará de otra que aguantarse y consumir como información, punitivamente todo lo que ellos ordenen y manden?¡Veremos! Dijo un ciego.