Por supuesto que las bicicletas son para el verano. Claro que a todos nos encanta subir puertos con calor y un sol perfecto en el cielo, y pensarnos que estamos en el tour de Francia, y que eso son los Alpes y nosotros vamos de amarillo. Y claro que muchos funcionan mejor con calor, porque sus músculos se dilatan, sudan mejor y tienen un rendimiento más acorde con su entrenamiento. Pero que eso no te haga olvidar líos peligros del calor sobre la bicicleta. Hoy te vamos a hablar de uno de ellos muy concreto, como son las insolaciones.
Una insolación es un golpe de calor provocado, principalmente, por el sol. Es decir, que tu cuerpo es incapaz de refrescarse a sí mismo mediante la sudoración (porque, por ejemplo, no te hayas hidratado bien, o porque sencillamente ya no tengas más sudor debajo de la piel9 y entonces tu temperatura corporal empieza a subir como si tuvieras fiebre. En realidad, tienes fiebre, si entendemos como fiebre la subida de temperatura por encima de los 37 grados, pero ésta no viene provocada por ni9nguna enfermedad. Como comprenderás es bastante grave y tienes que conocer bien los síntomas y que hacer en su caso.
La importancia de la hidratación
Si alguien va contigo en bici (que ya sabes que siempre es lo ideal para el cicloturista) pronto se dará cuenta de que algo rara pasa por tu cuerpo, porque su piel se pondrá completamente roja, como si te hubiera quemado el sol, tendrás la piel seca (por la falta de sudor) y tu boca también estará seca. Tú mismo podrás darte cuenta de quer tus pulsaciones son mucho más altas de lo normal, te duele la cabeza y tienes pequeños escalofríos y hasta mareos. Como ves son síntomas bastante serios, así que tienes que estar preparado y actuar en consecuencia nada más sentirlos…más vale prevenir.
Bien, qué debemos hacer. Lo primero y fundamental es detenernos y no seguir pedaleando. Evidentemente si podemos pararnos en una sombra mejor que mejor, pero es preferible parar pronto antes que hacer kilómetros entre mareos y escalofríos buscando un lugar fresco. Piensa que uno de eso mareos puede dar con tus huesos en el suelo…si no es algo peor. Una vez parados…sacamos nuestro teléfono móvil y llamamos a casa para que nos vengan a buscar y nos lleven a casa…o mejor, a un hospital para que nos hagan una observación somera. Porque llevamos teléfono móvil en la bici, ¿verdad? ¿no? Otro día te explico dónde puedes llevarlo y por qué es tan importante.
A veces es mejor ir por la sombra
Bien, mientras esperemos debemos tumbarnos quitándonos la máxima ropa posible y ponernos un paño mojado (por ejemplo el maillot) sobre el cuello y el torso. Ojo, intenta que el agua no esté muy fría (el de la fuente no sirve) porque eso tendría un efecto contrario al deseado. Cuando nos hayamos recuperado un poco (no tengamos escalofríos, por ejemplo) hay que beber agua a temperatura ambiente a pequeños sorbos y comer cosas muy saladas, para recuperar todas las sales minerales perdidas por el exceso de sudoración.
A estas alturas ya deberían haber llegado a buscarte. Porque, esto es importante, nunca, nunca, debes de intentar volver a casa sobre tu bici si has tenido una insolación. Para poder seguir disfrutando de la bicicleta todo el verano.