Comentario a propósito de la diferencia entre “materia” y “sentido” o “forma”

Por Javier Martínez Gracia @JaviMgracia

Hacer arte con la ruina, con el detritus, con los restos de las cosas
"Calavera, Yo", de Antoni Tàpies


    Cuando hacemos uso de las cosas, ya las hemos sometido a nuestra jurisdicción, las hemos interpretado, ya son lo que son "para nosotros". Lo mismo ocurre cuando ya tienen una "forma", que, como decía Aristóteles, es lo opuesto a la "materia" (lo original). La materia sería lo que nos dan los sentidos antes de cualquier interpretación añadida.

    Estas ideas tienen interés, por ejemplo, para entender lo que pretende hacer el arte moderno. Decía Picasso, por ejemplo: “Ojalá pudiéramos quitarnos el cerebro y usar solamente nuestros ojos”. Y Cézanne, el padre de la pintura moderna: “Un cuadro no representa nada, no debe representar, en principio, más que colores”[1]. Hablamos, pues, de un arte que trata de regresar a lo que sería el mundo antes de cualquier interpretación, un arte, por tanto, como Ortega decía, "deshumanizado". ¿Qué existía antes de que el hombre superpusiera a la materia su orden, su interpretación, su conversión en "cosas"? Existía el caos, lo que, por ejemplo, es capaz de percibir el bebé. Por eso, el arte moderno genuino es un arte incomprensible, porque quiere preceder a toda interpretación, quedarse solo con la materia, con el caos original. El mismo caos al que regresa el esquizofrénico cuando la interpretación que pudiera tener del mundo se le derrumba, y las cosas quedan sin significado. Podríamos decir que en tales casos solo resta el detritus, la ruina de las cosas. Y por eso, ampliando el foco de la idea, llega a decir Ortega: “Está en ruinas casi todo, desde las instituciones políticas hasta el Teatro, pasando por todos los demás géneros literarios y todas las demás artes. Está en ruina la pintura —sus escombros son el cubismo—; por ello, los cuadros de Picasso tienen un aspecto de casa en derribo o de rincón del Rastro. Está en ruina la música —el Strawinsky de los últimos años es un ejemplo de detritus musical” (2)



[1]Paul Cézanne citado por Ernst Fischer en “La necesidad del arte”, Barcelona, Altaya, 1999, pp. 88-89

[2]Ortega y Gasset: “Idea del teatro”, O. C. Tº 7, p. 450.