Los primeros avances científicos en entrepreneurship intentaron interpretar el comportamiento y describir las habilidades que identifican a los emprendedores potencialmente exitosos; actualmente, además, también se intenta comprender el éxito de los emprendimientos desde la perspectiva de los factores de fracaso de los emprendedores.
Pero los estudios no ofrecen, hasta ahora, un marco conceptual universalmente válido sobre los factores de éxito, porque los rasgos de personalidad no son predictores fiables de la conducta futura y los análisis resultan dramáticamente divergentes según la naturaleza del contexto de la población investigada, el marco teórico y la perspectiva de los propios investigadores.
Estas diferencias, pocas veces sutiles, entre las conclusiones a las que arriban las investigaciones que intentan explicar la naturaleza de los eventos emprendedores con el propósito de poder comprender y replicar sus condiciones de éxito, producen serias dificultades para intervenir acertivamente —tanto desde el sector educativo, como desde el sector público— para fortalecer el desarrollo emprendedor.
¿Qué políticas diseñar, qué recursos brindar? ¿A quiénes apoyar? ¿Formar competencias profesionales para gestionar empresas, o fortalecer actitudes emprendedoras para detectar oportunidades y asumir los riesgos para transformarlos en riqueza?
En los últimos años se viene abandonando la pretensión de enunciar las “leyes inmutables del entrepreneurship“ aceptando que, tal como lo advirtieron Low y MacMillan (1988):
Intentar describir un perfil estereotipado, universalmente comprensivo, de la personalidad del emprendedor ha sido una elucubración teórica infructuosa.
Los primeros estudios en entrepreneurship no han examinado esta combinación de factores predictores que podrían explicar cómo algunos empresarios utilizan sus recursos para construir negocios exitosos. Hoy es más aceptado un abordaje enfocado principalmente a descubrir las relaciones causales y explorar las implicaciones socioculturales, económicas, comerciales y tecnológicas de los eventos emprendedores -y la naturaleza del ser emprendedor- estrechamente ligados a las peculiaridades de sus respectivos ambientes.