Los gatos persas son un tipo muy peculiar dentro de esta especie y requieren de cuidados específicos, especialmente para su largo y abudante pelaje. Los persas son gatos de carácter tranquilo, lo que les hace ganarse el apodo de “reyes del Sofá“, pues es dulce y reposado, aunque demuestra generalmente poco afecto hacia sus dueños.
Animal de apartamento
Limpieza y principales enfermedades
Existen más de 30 variedades de persas que se distinguen por el pelo y los ojos, pero todos tienen algo en común: son muy limpios. Se recomienda bañarlos una vez cada tres meses al menos con un champú especial, y cepillarlos diariamente si es posible, con el fin de evitar nudos en su pelo largo y espeso, así como bolas de pelo que puedan tragarse, ya que el gato persa muda de pelo durante todo el año, y no en unos meses específicos.
El gato persa suele además enfermarse de los ojos, por lo que conviene vigilarlos y darles un cuidado especial en este aspecto.
El gato persa carece del instinto del resto de los felinos y es un gato familiar y presumido que pasa la mayor parte del día durmiendo o descansando por lo que es ideal para tenerlo en ambientes tranquilos.