Los Beatles de fondo y las mesas vacías, porque además me dio hambre a esa hora en la que, al parecer, todos estaban trabajando un miércoles cualquiera. Una cerveza y un mesonero muy suizo al que le enseñé a decir: mondadientes, Venezuela y morcilla. De lo más divertido.
Comidita para el desgano
Afuera, Zurich seguía con su ritmo calmado, pero en Zic Zac se hablaba de una presentación esa noche, mientras otro de los chicos le ponía unas luces a una mini Estatua de la Libertad cerca de la barra. Volver a Suiza, es volver justo ahí.
Su página es www.ziczac.ch y suerte, está en alemán.