Es evidente que en cualquier lista que nos propongamos llevar a cabo nunca van a poder estar todos aquéllos que son ni(dependiendo de los diversos criterios personales) ser todos los que están. Pero éste es el riesgo a correr en la confección de cualquier inventario o relación propia, que tiene más que ver con un convencimiento íntimo y subjetivo que con cualquier pauta de carácter científica o metódica.
Y esto es lo hermoso y grande del ser humano, lo que nos hace aproximadamente desiguales: que tu lista de restaurantes, películas, libros, momentos, pinturas, personas, ciudades... no coincidirá de manera precisa y rigurosa con la mía, con la de él, con la de vuestra pareja o mejores amigos. Son esos pequeños grandes matices los que nos definen y delimitan con respecto a los demás y propagan por el aire esa especie de biodiversidad que tanto nos enriquece y retroalimenta.
Que el comer es Arte- asumido ya ese esencialismo primario de esta nuestra perentoria necesidad de supervivencia- no creo que nadie en su sano juicio, y con buen diente, lo niegue. Un arte muy cercano a la poesía, diría yo... y también Arguiñano: " el hojaldre es como el traje del domingo".
Algo como comerse un libro con los cinco sentidos y saborear el cálido y tierno crunch de una bella metáfora, degustando a la vez la fritura sabrosa de cierta ironía en boca de tal o cual personaje o el color verde y jugoso del tono y la longitud de una formación sintáctica perfecta: "Tal es la nieve de los ojos bellos, tal es el fuego de la luz serena..."
En fin, estómagos agradecidos, que ahí os va:
- CASA CUBA(Avenida del Alcalde Alfonso Molina, 7): Comida casera 100%. Sopa, carne guisada, cordero al horno, milanesas.Una buena relación calidad-precio(sobre 15-20 euros por persona). Resaltar el rico y abundante cocido gallego, con unos platazos de garbanzos y lacón con grelos dignos de ser fotografiados y expuestos en el Kiosko Alfonso. Yo, que lo he comido en Carnaval, puedo asegurar que hasta los del equipo de rugby uruguayo de ¡¡Viven!! no se lo hubiesen comido todo. Muy buen trato.
- O BEBEDEIRO( Ángel Rebollo, 34): Local enxebre y muy acogedor, con estanterías repletas de radios antiguas y enseres tradicionales de cocina, para disfrutarlo con amigos o con la familia. Bien situado, en el corazón de Monte Alto, ronda los 24 euros por persona. Se puede degustar un hojaldre de lubina, entrecot en salsa roquefort, pulpo marinado con ajo... comida elaborada, aunque personalmente me quedo con sus postres( no dejéis de pedir la tarta de chocolate o queso) y con el ambiente del local. Creo que está un poco sobrevalorado y que tiene más que ver con la sensación acogedora que transmite el local que con la comida en sí misma, que tampoco es nada del otro jueves, aunque eso sí, muy aparente.
- BANIA( Calle Cordelería, 7): Dicen que los vegetarianos tienen un corazón de fresa. Yo no soy vegano, aunque me gustaría, pero tengo que reconocer que este pequeño rincón de cocina vegetariana en pleno Orzán Coruñés me encanta. Siete u ocho mesas, un trato directo y amable, variedad de ensaladas, croquetas de verdura, unos canelones vegetales muy ricos, un arroz con tofu(mi plato) en su punto y un pastel de castaña de postre que está para chuparse los dedos. También la tarta de naranja está rica. Yo es que si no hay postre, como que no como. Recomendado para omnívoros sin prejuicios. Sobre 18 euracos por persona.
- CASA D´ITALIA( Santo Domingo, 14): La pizza es grande y está muy muy sabrosa. De las mejores que he probado. El resto de los platos( la típica comida italiana de lasañas y canelones) es como en Cambalache pero con una mejor presentación: vajilla, mantelería, dibujitos de caramelo en los bordes... pero no es de mis favoritos. Eso sí, la pizza merece una oportunidad.
- FIUZA(Avenida de Navarra, 33)/ A Lanchiña( Capitán Juan Varela, 30): Dos locales que comparten una misma especialidad: el pulpo, que aquí no lo aceptamos como animal doméstico( aunque los pijitos pasean ahora hurones por lo de las poses y las modas, mucho después de que Baudelaire le pusiese la correa al cuello a su tortuga y la sacase por las rues de París). Para mí son muy similares: locales de serrín en el suelo, trato enxebre "a la gallega", pimientos, un pulpo que más o menos siempre está en su punto- ni duro como una maceta ni blando como el chicle-, pimientos de padrón... la única diferencia estriba en que el Fiuza no tiene cachelos, y A Lanchiña sí.
Y ¡vaya por Dios!, que a mí es que me encantan los cachelos( patata cocida entera y sin pelar, con sal, laurel, aceite de oliva y pimentón) con el pulpo.
Un minipunto para A Lanchiña, aunque la situación del Fiuza es buenísima y el chaval que te sirve y siempre va como una moto revolucionada viste extrañas camisetas de fútbol inglés o checo y eso siempre es de agradecer por lo bizarro de la situación.
- PARRILLADA BUENOS AIRES( San Leandro, 5): Quizás la mejor carne de Coruña. Se puede prescindir de entrantes- chipirones, almejas... aunque las croquetas están muy sabrosas-, que son muy normalitos, e ir directamente a la parrillada de carne, que es de calidad y siempre está en su punto justo. Buena atención, el local se queda un poco pequeño si hay gente, las patatas fritas muy ricas, la ensalada llega y generalmente invitan a la segunda ronda de chupitos. Es un establecimiento de batalla, a unos 20 euracos por persona, pero se sale satisfecho y las raciones son abundantes.
Eso sí, imprescindible pasarse después por el local de enfrente para compartir copas con lo más granado e ilustre de la sociedad coruñesa. Ambiente bohemio y de tertulia como el del Café Gijón.
- RODICIO( General Mola, 7): Es como estar en boxes en una de esas carreras de la F1 cambiando las ruedas. Me ponían platos sin descanso y sin parar. Todavía no había acabado el primero y ya me traían el tercero... llego un momento, cuando llevábamos el séptimo pedazo de carne de buey o koala o tigre albino o algo así, que estaba yo más rodeado de platos y comida inacabada que el ratón cocinero de Ratatouille. No sé si estaba rico o no, porque todavía, cuando pienso en aquella noche, solamente me viene a la mente una sensación de extraña precipitación y vértigo y de que había probado la carne de la mayor parte de especies del planeta.
Cuando llegó el postre y la piña caliente para la digestión, por fin pude respirar y entonar una hermosa oda al sosiego y tranquilidad de una digestión sin tantas prisas. Nunca comí tan rápido. Parecíamos velociraptores. Yo es que soy más pausado. La sangre de la aldea, de Monforte, corre por mis venas.
- PIMENTÓN( Plaza de España, 11): Uno de los buenos. Espacio muy agradable e íntimo(me gustan mucho los locales con luces tenues), ideal para cena con cuatro amigos o en pareja. Un pastel de centollo y unas croquetas de erizo para no perdérselas. Un segundo plato de caza, carne de venado con puré de castañas, impresionante. Tienen también dorada, besugo, lubina y unos postres de milhojas de queso con puré de frambuesas y arroz con leche y teja con canela que se sale. Unos 30-35 por cabeza, pero merece la pena pasarse por allí y gastarse los cuartos en un par de horas inolvidables. Una inversión. Calidad de vida.
- LA PENELA( Plaza de María Pita, 12): Pues muy bien. Alrededor de los 30-35 euros pero tienen una carne asada deliciosa y unos mejillones gratinados exquisitos. La tortilla de Betanzos está jugosísima, los pescados frescos y la leche frita de postre no tiene queja. Cocina tradicional, bien presentada, sin demasiadas alharacas, pero efectiva. El local es luminoso y amplio y está emplazado en el epicentro de la movida coruñesa, justo enfrente al ayuntamiento. Un fijo para repetir de vez en cuando.
- MOMOS(Santo Domingo, 16): Situado en la Ciudad Vieja coruñesa. Muy acogedor, tipo café antiguo, con piedra y mesas de madera bodegueras. Lo regentan unas hermanas, tiene menú del día y los platos son muy abundantes. Gambas en salsa rosa, pimientos del piquillo rellenos, lacón con grelos, cerdo ibérico en salsa roquefort, tarta de queso, flanes caseros, milhojas... comí solamente una vez, pero la verdad es que a la mayoría de los que allí estuvimos nos quedaron ganas de volver, por lo que se comentó después a la salida.
- ARTABRIA(Fernando Macías, 28): Uno de mis favoritos. Son gente joven de la zona da Costa Da Morte que hacen una cocina elaborada, con una carta que transita entre lo tradicional y lo vanguardista y con una excelente presentación en cada uno de los platos. Siempre he tomado el menú de degustación para poder probar cosas distintas, y siempre he quedado satisfecho y han conseguido de nuevo sorprenderme. Desde la sabrosísima cesta crujiente de zamburiñas hasta el rape albardado con tira de bacon, pasando por esa espuma de coliflor con brocheta de bacon, triguero y tomate cherry.
Y uno de los mejores postres que he probado en mi vida: un flan de queso en tartaleta de chocolate sobre una base de jugo de arándanos que estaba para relamerse.
Un 10.
Nos quedarían locales respetables como EL HUERTO, RUIDO EN LA COCINA, RAXERÍA AS NEVES( las almejas a la marinera muy ricas; hace años corrió por ahí el rumor de que utilizaban carne de perro para el raxo... la competencia, seguramente), EL RAXO DE EL BURGO( barato y sustancioso, con una tortilla muy rica)... los de mariscos y 50 euracos por persona como El 10 o el SUSO para celebraciones excepcionales o los del menú del día que yo recomiendo para un martes o un jueves apurado tipo BERGANTIÑOS o LA TAPERÍA, que por 7 euros también se puede comer decentemente.
MANDATRUCO, O FADO, EL CIRCO, CASA PARDO, CORAL... para otro día.
Comer es Vivir y cómo decía Manuel Scorza: " Se puede renunciar a un padre, a una madre, a un marido o a un amante, pero nunca a un buen pastel de chocolate".
Saludos de Jim y a disfrutarlo, pero después ya sabéis que hay que recorrer medio paseo marítimo para hacer bien la digestión. Dos placeres consecutivos para vivir y sentir en una ciudad para ser comida y paseada como A Coruña.