Comer en Deeson’s Restaurant en Canterbury

Por Veronica Cussi @touristear

Después de dos días de paliza en coche para llegar a Inglaterra, al tercer día, en nuestro tramo de Dover a Cambridge, nos dimos un pequeño homenaje en el Restaurante Deeson's en Canterbury, un restaurante típico inglés.

Veníamos cansados de tanto caminar de un lado para otro y llevábamos toda la mañana sin parar. Llegamos a Deesons Restaurant por recomendación y la verdad que estuvo genial, y ahora nosotros te lo recomendamos a ti, para cuando pases por Canterbury.

El local está muy bien ubicado, en el centro de Canterbury, a pocos metros de la famosa Catedral. Es un restaurante que no pertenece a ninguna cadena y con un toque muy personal.

Review del Restaurante Deeson's

Lo primero a destacar es la amabilidad de los camareros. A pesar de estar prácticamente todas las mesas ocupadas, ellos te atienden muy bien, de forma amable y cercana. Se toman su tiempo para recomendarte y no te meten prisa!

Nos recibieron de maravilla. El restaurante tiene forma de U con los dos extremos dando a unas cristaleras y a la calle así que es muy luminoso. Nos apetecía ver la gente andar de un lado para otro así que pedimos una mesita para dos junto a la calle.

A nuestro lado, a pesar de la ubicación, habían pocos turistas y la mayoría de los comensales eran locales, aunque a medida que pasaba el tiempo se iban llenando las mesas y el número de turistas también pero la mayoría nacionales.

Como no teníamos prisa decidimos leer la carta con detenimiento. Además de la carta tienen menú tanto de día de diario como de fin de semana. Están bien elaborados y no son caros. En nuestro caso como te contamos más adelante nos pedimos el menú de fin de semana, que no era caro (20-25 libras).

Hemos destacado la amabilidad de los camareros, pero también nos gustaría destacar la rapidez, tuvimos que esperar poco, lo justito entre plato y plato y no nos faltó de nada. La verdad que totalmente recomendable.

El camarero que nos atendió se llamaba Elliot y fue majísimo, el encargado, Nick estaba pendiente de todos los detalles y una cosa que me gustó mucho, comprobaba todos los platos a medida que salían de la cocina, no se le escapaba una.

Sunday Roast, el clásico de los domingos

Hay un plato es típico de los domingos, y que nos recomendaron el "Sunday Roast". Consiste en carne asada, cortada en filetes, muy tiernos, y viene acompañada de patatas, zanahorias, brócoli, y otras verduritas.

Con la comida te ponen unos panecillos que hacen ellos mismos para untar con mantequilla (con y sin sal), estaban de morirse, creo que nos ventilamos dos cestitos antes del primer plato, y otro durante.

El plato principal era una pasada en cantidad y calidad, y la presentación estaba muy trabajada. De hecho cuando lo veías pasar a tu lado en manos de un camarero para otra mesa no podías evitar quedarte mirando, con este plato nada más ya has comido así que vas a necesitar un ratito de sobremesa!!.

El componente principal del plato es la carne que la llamaban "Sirloin Kentish Beef". Espectacular, se deshacía en la boca y venía con una salsa, madre mía que salsa, imagina con los panecillos caseros además...

Nos pedimos una botellita de vino para enjuagar el paladar y nos dieron la opción de vinos franceses o ingleses. Nos decidimos por probar un vino inglés que era de la zona y además relativamente económico. Aceptable para comer de menú, pero no era un vinazo.

Otra cosa que me gustó es que utilizan los productos de la zona, de esta manera se ayuda a la economía local.

Los postres, muy ricos, Fer pidió Gooseberry Cheesecake y yo pedí helado de melocotón. Nos quedamos con las ganas de un chupito de licor de hierbas, si lo llegan a tener lo pongo en el hall of fame...