Comer en Santiago de Compostela: J de Joker

Publicado el 15 diciembre 2016 por Debarbasyboinas @DeBarbasYBoinas

Después de un tiempo sin novedades en nuestra sección de Gastronomía, hoy los miembros de De Barbas y Boinas hemos vuelto a la carga en esta sección. Este mediodía nos hemos ido Silvestre Santé y un servidor, Simón de Eiré a comer a un sitio muy interesante en pleno Ensanche compostelano: J de Joker.

Nada más entrar en este local, ya se aprecia que entramos en un microcosmos donde la ciencia-ficción y el rock se palpan en el ambiente. Cuando vemos la carta, basada fundamentalmente en hamburguesas, bocadillos, sándwiches, raciones y tapas, también se aprecian nombres muy propios de diferentes cómics, personajes y películas de este género, aunque entre todos estos nombres predominan los relacionados con el mundo de Batman.

Pero lo importante realmente es saber si la comida que se sirve en este lugar está buena o no. Lo que hemos probado nos ha parecido muy bueno. Dentro de la sección de hamburguesas, nos hemos fijado, en una selección de hamburguesas propiamente caseras de este local. Silvestre Santé se pidió una hamburguesa Caprica, que entre otros ingredientes lleva una hamburguesa de pollo (200 gramos) con lechuga, tomate, cebolla, bacon y queso brie.

Por parte de un servidor tocó una hamburguesa titulada El octavo pasajero, que consistía también en una hamburguesa de pollo (200 gramos), pero con setas salteadas, huevo cocido y una salsa de 5 quesos.

Ambas combinaciones nos parecieron muy sorprendentes y originales en un sentido positivo. Ambas hamburguesas venían en pan casero. En este punto, Silvestre Santé se esperaba otro tipo de pan, aunque a un servidor no le sorprendió este tipo de pan, que estaba muy bueno, bastante blandito, que casi se deshace en la boca junto con el resto de ingredientes de la hamburguesa cuando lo muerdes.

Como acompañamiento, nos pedimos una fuente de patatas fritas con opción a echar kétchup, mayonesa y/o mostaza, patatas las cuales estaban muy buenas, y nos sorprendieron por lo finas que eran, algo raro en locales de este tipo. Todo ello regado con su correspondiente dosis del más famoso refresco de cola con hielo.

Y no nos hizo falta tomar postre, la verdad es que ya estábamos bastante llenos tras la ingesta de las hamburguesas y las patatas, lo cual es un buen indicador de que el tamaño de las hamburguesas y de la ración de patatas era bastante grande.

En definitiva, estamos ante un local con algunas propuestas gastronómicas muy originales, sin dejar de tener clásicos gastronómicos, en un ambiente especial y único, y a un precio muy razonable. Un local recomendable al 100%.

Simón de Eiré