La primera noche cenamos en uno de estos restaurantes, la Viga, el cual no os recomendamos. La comida estuvo más o menos bien, pero el servicio dejó mucho que desear. Como mi sobrino quería pizza, fue lo primero que pedimos y dieron la orden en cocina mientras que los mayores le dábamos una vuelta a la carta intentando decidirnos.
Tras tardar un poco más de la cuenta en servirnos, nos trajeron nuestros platos, pero no la pizza del niño que habíamos pedido incluso antes que la nuestra. La pedimos varias veces, pero ya habíamos acabado de comer los 3 adultos y el niño todavía no había visto su pizza delante. Me levanté a protestar, sobre todo porque había visto varias veces pasar pizzas por delante nuestra que se dirigían a mesas que habían llegado más tarde. Protestamos comos 3 o 4 veces hasta que por fin la trajeron. No pedimos ni postre y en cuanto el niño se terminó su cena, pedimos la cuenta y nos largamos sin ni siquiera despedirnos.