Comer es cada vez más caro

Publicado el 17 febrero 2011 por Ciberculturalia

Ayer comentaba que una de las llamas que ha encendido las revueltas en numerosos países del mundo árabe ha sido el incremento de los precios de productos básicos. Según un informe del Banco Mundial en menos de medio año la crisis alimentaria ha llevado a la pobreza a 44 millones de personas.  
La subida del precio de los alimentos ha sido brutal: un 15% entre octubre 2010 y enero 2011, lo que significa un incremento del 29% con respecto al año anterior.  Entre los alimentos que han mostrado una subida mayor están el trigo, cuyo precio se ha duplicado en los últimos seis meses, y el maiz, con un incremento del 73%.

Según muchos analistas, la carestía de la vida ha sido uno de los factores básicos que ha generado las revueltas en el norte de África: la desesperación de muchos ciudadanos ante la ausencia de justicia social. Ahí está el caso del tunecino, Mohamed Bouazizi, que se prendió fuego por deseperación y prendió la primera llama de las revueltas en Tunez. 
El interesante analista Haizam Amirah tiene razón cuando afirma que "lo ocurrido en Tunez ha sido la primera ocasión en que la población árabe se deshace de un gobernante vitalicio sin mediación de uno de los tres ingredientes tradicionales: un golpe de estado militar, una injerencia extranjera o el extremismo religioso".
Esta vez no. No ha sido así. Estas movilizaciones que han terminado, de momento, con dos presidentes, no han tenido una ideología concreta, no han tenido un líder carismático que les guiara. Ha sido la rabia y desesperación de muchos ciudadanos por la falta de oportunidad para prosperar, por la corrupción de sus gobernantes, por la constante violación de sus derechos más básicos y por la creciente y brutal carestía de la vida
Han sido las exigencias de mejoras en las condiciones de vida las que han actuado como detonantes de estas revueltas sociales que se han dado, que se están dando y que se darán, de momento, en el norte de África. Apunta también el Oriente Medio y otros países como Irán e Irak. 
Como verán últimamente hablo mucho de estas revueltas pero creo que estamos ante un momento de gran trascendencia. Por otro lado, no les oculto que el panorama nacional me parece patético. Entre los Camps, las Cospedales, el rodillo parlamentario y la apatía de nosotros los ciudadanos, me hallo bastante aburrida.